Para algunos en Zacatecas el actual proceso electoral es, “peccata minuta”, pues más que la silla presidencial, están en juego los movimientos que definirán el rumbo para suceder a Alejandro Tello Cristerna.
A tres años de distancia, para los actores interesados en el escaño político más alto de la entidad, el resultado de este proceso es, el paso dos de la estrategia, pues en su lógica, lo conseguido en estas elecciones, les dará el escenario y tiempo justo para hacer una campaña que los lleve a la gubernatura.
Quizá esto explique la decisiva de los enroques y definiciones internas en los diversos Partidos Políticos durante su etapa de selección de candidatos y alianzas.
Una vez conformadas las boletas electorales, se supone en este razonamiento, cada quien trabajará a partir de sus propios intereses, y durante esta estadía de egoísmo político, será natural ver toda clase de artimañas, incluso generadas en contra del mismo proyecto al que pertenecen.
¿En la guerra y en la política todo es válido? Una interrogante lógica de descifrar, pero difícil de comprender desde un código ético y criterio justo.
Mientras el titular del Poder Ejecutivo se ocupa de construir un estado honesto y transparente, hay quienes desde ahora pavimentan el camino para sucederle.
Algunos comienzan a sembrar desde ahora el voto diferenciado para dejar libre el camino, otros construyen desde el escritorio con el atavío del desinterés, unos más establecen acuerdos desde el nacional, mientras que los demás, pacientes esperan picando piedra para evitar el desgaste y conflicto innecesarios.
La vida política es el escarnio social en la búsqueda del poder, el oportunismo mismo que vende la dignidad a cambio de una posición.
Las decisiones internas de los perfiles ya comienzan a cobrar factura, y quienes definen como incauto el actuar para poner mano dura en las decisiones del rumbo político, son los mismos que poco aportan a la construcción de un ambiente sólido y de trabajo conjunto.
Lo cierto es que, el desgaste de los distintos Partidos, así como la falta de credibilidad hacía con los representantes populares, será la piedra en el zapato de los adelantados.
Nos leemos la próxima semana.