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De los Tiranos

El autoritarismo es un régimen que desea imponer a la sociedad, una ideología especial y demostrar que el Estado tiene el poder absoluto. A los que gobiernan de esta forma suelen llamarlos tiranos. El tirano es, por tanto, una persona que gobierna de manera ilegal.

Durante la historia de la Humanidad, ha habido gobernantes cuyo exceso de poder los convirtió en tiranos. ¿Cuántos? Hacen falta dedos en las manos para contarlos. Para no irnos muy atrás, en el siglo XX y aún en el actual, podríamos mencionar algunos como: Josep Bros Tito en Yugoslavia; Francoise Duvalier en Haití; Francisco Franco en España; Muaammar Gadafi en Libia; Adolfo Hitler en Alemania; Saddam Hussein en Irak; Benito Mussolini en Italia; José Stalin en la Unión Soviética; Idi Amin en Uganda; Hugo Chávez y Nicolás Maduro en Venezuela y la lista sería interminable.

En México, también tenemos los propios; algunos dicen que Porfirio Díaz, con lo cual podríamos estar o no de acuerdo. Pero, ¡no se asusten, éstos son los actuales!:

Los manifestantes, que por cualquier motivo cierran las principales arterias de la Ciudad de México (¿recuerdan Reforma?); los franeleros y los “viene, viene”, que “venden” los lugares de la vía pública al que necesita estacionarse; los que toman las casetas de pago de las autopistas y piden “ayuda económica para su movimiento”; los que bloquean en puntos estratégicos las autopistas; los anarquistas que se cuelan en las manifestaciones pacíficas, y que aprovechan para vandalizar comercios, amparados en el incógnito que les da la capucha; ¿Ustedes pueden agregar otros? ¡Adelante! Todos estos son ejemplos de los actuales tiranos que asolan a la ciudadanía de nuestro país. Y ¡aguas! Que puede ser que anden por ahí sueltos algunos más.

Recordemos que la libertad de uno, termina donde empieza la libertad de otros. ¿Hay o no, delito en este daño a la sociedad? ¿Hay o no, delito por daño a las vías de comunicación? La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos consagra el libre tránsito en el territorio. ¿Qué dicen al respecto las múltiples comisiones de derechos humanos?

¿A quién protegen las famosas “comisiones” y las autoridades de todos los niveles de gobierno? ¿A estos tiranos o a las víctimas de sus acciones criminales, que sufren y padecen los bloqueos, cierres y manifestaciones? Que no nos vengan que dichos actos están amparados por la “libertad de expresión o el derecho a tener un trabajo”. ¡Pamplinas! Los gobiernos no actúan, quizá, por miedo. ¿Y miedo a quién? ¿a un “levantamiento”? ¿a una “revolución”? No quieren “héroes víctimas de la represión” y mientras tanto, los afectados: ¡que se perjudiquen!, por no usar un término más fuerte y coloquial.

¿Quién será el que le ponga el cascabel al gato?

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