Raúl Carballeda
Pues aunque uno no quisiera, no es posible no hablar sobre una barrabazada más. Resulta que ahora no se va a requerir ningún promedio para acceder a la instrucción profesional o educación superior. ¡Caray! dan ganas de llorar. Mientras en China se hacen exámenes para ingresar a la universidad pública, que duran entre doce y catorce horas, y en dos días consecutivos, aquí seguimos promoviendo profesionistas “chafas”.
Da la impresión que el folclórico, que tardó catorce años en terminar su carrera en la Facultad de Derecho de la UNAM, quisiera evitar la frustración de los flojos cuando noaprueban el examen de admisión. Un primer paso hacia la ruina educacional de México, fue la decisión que en los primeros años de instrucción bastará que los niños asistan a la escuela, para ser promovidos al año escolar siguiente. ¿A dónde iremos a parar? ¿Se imagina usted esta fábrica de burros o quizá “chairos”, que sacarán adelante al país? ¡Sí, cómo no! México tiende a convertirse en un país “mini cultural”
Ya está claro que México seguirá haciéndose chiquito después de la vergüenza y el fracaso de las licitaciones a las que se invitaron a las “mejores” y “más grandes” constructoras de refinerías, las cuales dijeron “nanay” a la propuesta de López. Ahora resulta que se hará, por el ejército, una “mini refinería” (que también está por verse). A los pasos que vamos, luego de la cancelación del proyecto más importante de los últimos años, el AICM, caeremos en la construcción, también por el ejército, de un “mini aeropuerto” en el Estado de Hidalgo.
Quizá debido a los problemas y daños ecológicos que se generarán al “darle en la torre” a los manglares, selvas y biodiversidad en parte de los Estados del sureste, vamos a caer, obviamente, en la construcción de un “mini ferrocarril”, no Maya, sino “Mayita”, y que probablemente será construido por el ejército. Ya estamos viendo que nuestro glorioso Ejército Nacional, tan amado y respetado por nuestro pueblo (no el “sabio”, sino el real), no ha podido con el narco y ahora le quitan su función de salvaguardar nuestro territorio y a nosotros mismos, para convertirlo en un grupo de “mini maistros” de la cuchara. No se lo merece.
Y hablando del Ejército, así, con mayúsculas, ya se tienen, según el folclórico, sesenta mil efectivos o sea un “mini ejército”, que a la fecha nadie sabe en donde andan (sólo el tlatoani mayor), pues combatiendo al narco o los criminales del fuero común, no está.
Dentro de las mentiras más descaradas, pues en lugar de emular a su ídolo, el Benemérito en su acción de convertir a nuestro gobierno en uno laico, hoy nos encontramos con que el INBA y la Secretaría de Educación permitieron, acaso por instrucciones del cabecita de cebolla, que el Teatro de las Bellas Artes, fuese utilizado para homenajear a “quién sabe quién”, luz superior de una “quién sabe cuál” iglesia. Por supuesto al acto asistió la crema y nata de la política morenista: senadores, diputados, funcionarios y uno que otro “achichincle” y algún panista despistado.
Todo sea por convertir a México en un “mini país” cultural y respetuoso de nuestras instituciones, mismas que tienden a convertirse en “mini instituciones” cacahuateras. Todo sea por la democracia, la participación del pueblo sabio y de la cuarta “transformación”.
Para cerrar, “no voy, no voy y no voy” a la reunión del Grupo de los Veinte. Estamos nítidamente en la antesala de un “mini estadista”, que “le saca” a codearse con los estadístas internacionales. ”Pus ton´s”, ¿quién lleva en México la responsabilidad de las relaciones exteriores?
¿Quién será el que le ponga el cascabel al gato?