Emilio Reynoso
Es tremendamente satisfactorio encontrar una joya, la aguja en el pajar, el huevo de oro.
Así sentimos nosotros cuando encontramos una película que lo tiene todo, o la mayoría.
En estos tiempos ya es ganancia encontrar una cinta con mínimo, sentido común (saludos Godzilla Rey de los Monstruos).
Pero sabes que no está todo perdido cuando al ponerle “play” al metraje eres instantáneamente absorbido por una historia sencilla pero enriquecedora, una fotografía sublime y una narrativa pausada pero rítmica que consiente los sentidos.
Encontramos que “La Negrada” es una de estas películas que sin saturar la pantalla logra complacer al espectador.
Director: Jorge Pérez Solano
Año: 2018
La cinta se centra en una comunidad mexicano-africana del Oaxaca, donde el “queridato” es aceptado y practicado comúnmente.
Está práctica no se considera infidelidad, de hecho, todo mundo sabe que el hombre tiene su casa principal, con su esposa e hijos y al mismo tiempo, “queridas” u otras mujeres con las que también tiene hijos y una relación marital, extraña pero estable.
En este filme, seguimos a la familia de Neri, un pescador y su esposa, Juanita que se encuentra en los últimos días de vida debido a una falla renal.
Magdalena, la querida, hace todo lo posible por mantener un negocio en Costa Chica, Oaxaca. Un lugar olvidado por la sociedad y el tiempo. Con un par de clientes y muchas bocas que alimentar, Magdalena libera su frustración con la cerveza, peleando constantemente con su hija adolescente y su madre, quien le ayuda a llevar el pequeño local de comida.
La fotografía es soberbia, exquisita. La cinta (para los que esperan mucha acción y diálogo), es al contrario, contemplativa, silenciosa y pacífica, esto contrastando con la historia de peleas y el tenso ambiente entre las familias y el eterno conflicto entre Juanita y Magdalena.
Una película que se disfruta de principio a fin, conociendo una cultura y sociedad que no tiene exposición ni gobierno o representante oficial en nuestro país.
Calificación: 8/10
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¡Corte y Queda!
