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LAS TRAICIONES SEGÚN AMLO

ENRIQUE RODRÍGUEZ MARTÍNEZ

via: Latitud Megalópolis

 

El lunes 22 de febrero desde el púlpito mañanero, Andrés Manuel López Obrador lanzó un dardo envenenado a los abogados que defienden los intereses de empresas extranjeras impulsoras de las energías renovables. Los acusó de traidores a la patria, porque desde la óptica presidencial, quien se atreva a impugnar sus decisiones simplemente es colocado en el centro de la hoguera. Fiel a su estilo -AMLO no es partidario del justo medio aristotélico-para él y sus incondicionales, todo se concentra en la reductibilidad de ese flamígero, conmigo o contra mí.

 

López Obrador mantiene un consistente desprecio por el derecho que no embona en su agenda, cualquier resolución judicial que vaya contra sus intereses es puesta en el blanco de sus disgustos, toda demanda o denuncia hacia sus obedientes colaboradores carece de autoridad con esa salida fácil de “los otros datos” o la también socorrida recriminación hacia los que etiqueta como sus adversarios.

En términos taurinos, se tiró a matar contra todo litigante que impugne su estrategia estatista en el sector energético. “Una vergüenza que abogados mexicanos estén de empleados de empresas extranjeras que quieran seguir saqueando a México, claro que son libres, pero ojalá y vayan internalizando que eso es traición a la patria”.

El reproche al derecho a defenderse caló hondo en el foro. El martes el Consejo General de la Abogacía Mexicana (que agrupa a la Barra Mexicana Colegio de Abogados, la Asociación Nacional de Abogados de Empresa y el Ilustre y Nacional Colegio de Abogados), emitió un pronunciamiento conjunto en el que califica como desafortunados los comentarios realizados en Palacio Nacional. “La representación legal de los particulares para combatir la reforma energética de ninguna manera puede implicar la realización de actos contra la independencia, soberanía o integridad de la Nación mexicana, por ende, traición a la patria. Por el contrario, el ejercicio libre e independiente de la abogacía garantiza el acceso universal a la justicia, con base en el marco legal aplicable”.

El Presidente habla de ética, pero le otorga un sesgo ideológico que la desnaturaliza. Desde su punto de vista, quienes cometen el atrevimiento de ir contra una ley claramente inconstitucional aprobada por sus legisladores, no tienen derecho a defenderse por tratarse de extranjeros que conforman empresas privadas, aunque se trate de energías limpias y no de quemar carbón para producir electricidad. Si Kafka hubiera sido mexicano, a estas alturas se le consideraría costumbrista, decía un sabio maestro de filosofía en la Facultad de Derecho.

Y respecto a la ética tan llevada y traída por la 4T para justificar sus fines, ¿se puede considerar ético sostener a un funcionario tan cuestionado y oscuro como Manuel Bartlett en una institución como la CFE, cuyo colapso avecina una catástrofe?

¿Es ético hacerse de la vista gorda ante los señalamientos de presuntas violaciones por parte de Félix Salgado Macedonio, candidato de Morena al gobierno de Guerrero?

¿Es ético mantener en el puesto a un ineficiente Hugo López-Gatell, cuyas malas decisiones han sido factor determinante para que México llegue muy pronto a los 200 mil decesos a un año del inicio de la pandemia?

¿Es ético usar las vacunas con fines electorales, explotando la desesperación de la población para beneficiar al partido de Estado?

¿Es ético que la Secretaria de la Función Pública no haya detectado probables irregularidades por más de 67 mil millones de pesos en la Cuenta Pública 2019, que la Auditoría Superior de la Federación sí encontró y observó en el desempeño del Gobierno Federal?

Termino con la sexta pregunta ¿quién traiciona a quién?

EDICTOS

¿Qué reflexiones pasarán por la cabeza del Presidente de la Suprema Corte de Justicia cuando cuando escucha a López Obrador acusar de traidores a los abogados mexicanos que defienden empresas extranjeras? Antes de recibir la toga, don Arturo Zaldívar se dedicaba con éxito al litigio de alto nivel en su prestigiado despacho y como jurista estoy seguro que al menos en su fuero interno, habrá solidaridad hacia los tres principales colegios de abogados de nuestro país.

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