CULTURA
Michael de Alba
Cada 16 de noviembre se celebra en nuestro país al conjunto de platillos y técnicas culinarias que destacan por sus sabores, aromas, formas de elaboración, pero sobre todo la antigüedad de su origen. En México la gastronomía tradicional es tan extensa y de gran variedad, debido a las aportaciones que cada región ha impuesto en sus platillos, tal ha sido su impacto, que fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2010 por la UNESCO.
Los orígenes de la gastronomía mexicana se remontan a la época prehispánica cuando los platillos giraban alrededor del maíz con carne de conejo, jabalí, tortuga, guajolote y armadillo que acompañaban con ingredientes como: chiles, frijoles, calabazas, tomate, nopales, cacao, etc. Los insectos también formaban parte importante de su gastronomía pues consumían chapulines, gusanos de maguey, escamoles, hormigas, chicatanas, ahuautles, jumiles, chinicuiles, entre otros.
Con la llegada de los españoles también se logró un mestizaje gastronómico, pues gracias a ellos se llevó a cabo la integración de nuevos alimentos como: el trigo, cereales, azúcar, arroz, leche, frutas, aceite; especias como la pimienta negra, el orégano y la introducción de ganado vacuno, ovino, pollos y cerdos.
Una fecha que indudablemente vale la pena honrar, saboreando la exquisitez de sabores y delicias que nos ofrecen la gastronomía mexicana y su amplia variedad en las que se encuentra: el mole, el pozole, la barbacoa, las tlayudas, los chiles en nogada, el pescado a la veracruzana, las carnitas, la cochinita pibil y los tacos con su inmensa variedad de preparación.