Francisco Reynoso
LA CARTA POR LA PAZ la firman todas y todos los habitantes de Sarabia desplazados de sus hogares por la violencia del crimen organizado. “Queremos devolver lo mágico a nuestra tierra”, apostillan. Va dirigida al presidente Andrés Manuel López Obrador, al gobernador David Monreal, al alcalde de Jerez Humberto Salazar, a senadores y diputados federales y diputados locales y a António Manuel Guterrez de Oliveira, secretario general de la Organización de la Naciones Unidas.
OTROS SON, empero, los principales destinatarios de la “Carta por la Paz”. Los párrafos más sentidos, con súplicas emotivas, hacen un llamado “a todos los hombres y mujeres quienes integran los distintos grupos delictivos que actualmente ocupan y dominan nuestras bonitas comunidades”. Imploran: “Por favor permitan que volvamos a nuestras vidas que tanto sentido le dan a nuestra existencia (…) somos gente pobre que estamos teniendo graves complicaciones para sobrevivir (…) estamos tristes por haberlo perdido todo inmerecidamente”. El párrafo siguiente es conmovedor: “Sabemos que aunque nuestras casas son antiguas y humildes, nuestras calles son algo pedreguientas, nuestras tierras de cultivos no son muchas, ni las condiciones de vida parecen siempre las mejores, para quienes somos de aquí nuestra comunidad es nuestra identidad, es nuestro legado e historia, es nuestro hogar y es el lugar más significativo que tenemos… ¡Para nosotros es nuestra vida! ¡Aquí nacimos y aquí hemos crecido y en este hermoso valle jerezano zacatecano y mexicano queremos vivir… y algún día, cuando sea voluntad de Dios, poder morir de manera digna y descansar en paz aquí!”.
MENSAJE DE LA SOCIEDAD A LÍDERES DE CARTELES
NO ES la primera vez que la sociedad, ante el vacío que dejan las autoridades, se dirige a los mandos de los grupos de la delincuencia organizada para pedir clemencia y tregua a la violencia. El presidente municipal de Valparaíso, Eleuterio Ramos, lo hizo a finales del año pasado, cuando dos campesinos ancianos fueron ejecutados. En un video que subió a las redes sociales, Eleuterio pidió a los carteles no agredir a la sociedad civil y permitir que las familias de San Juan Capistrano pudieran regresar a sus casas.
ESPERAN EL ACOMPAÑAMIENTO DE DAVID
LOS DESPLAZADOS de Jerez viajaron a la Ciudad de México para hacer una manifestación fuera del Palacio Nacional. Los acompañaron los diputados federales Miguel Torres Rosales, del PRD y Miguel Varela del PAN. Siguen esperando -y lo expresaron en su “Carta por la Paz”- que el gobernador David Monreal los acompañe en su peregrinar y en los tortuosos regresos que han hecho a sus casas para rescatar lo que poco de valor que dejaron los grupos de la delincuencia que mantienen el control de Sarabia y otras comunidades del municipio.
EL ESPECTÁCULO DEBE SEGUIR
EL DRAMA que viven las miles de familias desplazadas no ha hecho cambiar la decisión del alcalde de Morena, Humberto Salazar, de celebrar con toda pompa la Feria de la Primavera. Según parece, para Salazar, compadre del Chamuco Ricardo Monreal, el sufrimiento de unos no es motivo suficiente para privar a otros de momento de gozo y alegría. Asume el doctor Salazar la actitud de los viejos cómicos de la legua cuando les caía alguna desgracia: “¡El espectáculo debe seguir!”.
REFUGIO HUMANITARIO DEL PRD
SIN TRATAR de sacar raja política de la desgracia de las familias desplazadas, el presidente estatal del PRD, Raymundo Carrillo, abrió las puertas de las oficinas del partido para convertirlas en refugio temporal. Primeros fueron ocho, luego diez; unas se fueron y otras llegaron. Vale decir que a la casona del PRD llegaron familias sin militancia política alguna. Sólo llevaban miedo, hambre, frío y desesperación. Carrillo las recibió y algunas ahí siguen en espera de poder regresar a sus casas algún día.
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