Ante las crecientes quejas de deportistas, entrenadores y promotores de todas las disciplinas por la desatención del Incufidez, su titular Albina Cerrillo Mancinas se lava las manos y reparte culpas con dedicatoria especial al gobernador David Monreal.
Atención y apoyo a los deportistas la hay. Lo que no hay es dinero, expone la basquetbolista fresnillense.
Lo cierto es que todos los días se escuchan voces que denuncian una preocupante ausencia de rumbo en el deporte zacatecano.
Justo cuando más falta hace promover e impulsar la participación de niños y jóvenes en todos los deportes para alejarlos de las drogas y de los grupos del crimen organizado -lamentan entrenadores, deportistas y padres de familia- la nueva gobernanza adolece de políticas públicas en ese sentido y, lo más grave, de una titular que tenga interés y entusiasmo en cumplir la encomienda que le confió el titular del Ejecutivo.
El miércoles, como lunes y martes, se produjeron acusaciones contra Cerrillo Mancinas por la anarquía que mantiene en el Incufidez.
Fueron entrenadores de voleibol los que revelaron la situación penosa que enfrentan seis equipos que, ubicados entre los mejores del país, participarán en los juegos de la Conade 2022.
La señora Cerrillo -plantearon los entrenadores Daniel García y Ricardo de León- ofreció promover juegos de preparación, dotar de uniformes a las casi 80 jugadoras, y gestionar recursos para boletos de avión.
Nada de eso cumplió. Y ahora pretende que los equipos viajen en autobús, lo que representaría permanecer 100 horas en carreteras para recorrer más de 1,000 kilómetros.
Horas antes de las quejas de los entrenadores de voleibol en las afueras del gimnasio Marcelino González, los 120 becarios del Incufidez, de distintas disciplinas, tomaron las instalaciones y las cerraron con cadenas y candados para exigir el pago de sus mensualidades retrasadas desde octubre del año pasado.
Albina Cerrillo jura por las sandalias del santo niño de Atocha que la falta de apoyos económicos a los deportistas no es su culpa. Dice tener toda la voluntad del mundo de apoyar, pero lo que no tiene es presupuesto.
Y en ese escenario -deja claro doña Albina- los deportistas quejosos se equivocan de puerta. No es la del Incufidez en la que deben golpear, sino en la del gobernador en Palacio de Gobierno