*El PRI les daba su tajada política; al general Pámanes le tocó gobernar en Zacatecas
*Podría estar manipulada la huelga de policías estatales, alertan a David Monreal
Algunos que lo conocieron y trataron recuerdan con simpatía al general Fernando Pámanes Escobedo. Llegó al gobierno del estado en 1974 amparado por el presidente Luis Echeverría y por el Ejército. Poco era conocido en Zacatecas; traía fama de ser muy león y de haber inventado la “guerra sucia” contra la guerrilla. A diferencia del morenista Pedro Salmerón que califica de “jóvenes valientes” a los guerrilleros de la Liga Comunista 23 de Septiembre que asesinaron al empresario Eugenio Garza, Pámanes consideraba que la mayoría de los que andaban en esos movimientos subversivos eran “bandoleros marxistoides”. Pero esa fama de que se comía viva a la gente -festejan quienes lo vieron cuadrarse y marchar muy derechito ante La Yegüita- resultó tan cierta como el lobo de Caperucita.
YA PASARON LISTA CON MORENA
Viene a cuento el general Pámanes porque la 4T viene escoltada por el Ejército y todo apunta a que muy pronto los generales estarán de vuelta en la política. Con el PRI, cuando constituían el cuarto sector del tricolor, los militares tenían sus tajas de poder. Llegaron a tener hasta gubernaturas, como la de Zacatecas, Nayarit, Yucatán y Baja California. Empero, por bien del país -zapatero a tus zapatos- el PRI los relegó. El cuarto sector del PRI desapareció y se convirtió en la asociación Leandro Valle, que ya también chupó faros. Mario Arturo Acosta Chaparro y Jesús Rebollo fueron de los dos últimos generales que el PRI encumbró en posiciones políticas y el resultado fue caótico. El Caudillo López tiene una muy marcada inclinación hacia las fuerzas armadas. El ejército construyó y administra el AIFA, tiene a su cargo el Tren Maya, carreteras fronterizas, distribución de medicinas; la marina también tiene una gran tajada de poder. Y ya el domingo las botas castrenses entraron a los mítines de Morena. El general Luis Rodríguez Bucio, director de la Guardia Nacional, acompañó al secretario de Gobernación, Adán Augusto López a los actos proselitistas en favor de la revocación de mandato.
¿QUIÉN DICE QUE NO?
Ahí vienen los generales de regreso a la política. Y a ver quiénes de la nomenclatura de Morena y de los que participaron en los movimientos proletarios que el Ejército reprimía, como Pablo Gómez, les hacen mala cara.
LOS MALOS MECEN LA CUNA
Pueque sí, pueque no. Lo más seguro es quién sabe. Según policías del estado mayor de Adolfo Marín, general jubilado del Ejército y secretario de Seguridad Pública de Zacatecas, el gobernador David Monreal no quiere meterse en el lío de los policías en rebeldía porque, le chismearon, porque la mano que mece la cuna huele a pólvora. Hay malos tras bambalinas, le advierten. Dijo que sólo a Marín compete el desfacer el entuerto. Empero la gente no quiere nada con el septuagenario. Ni el generalísimo quiere nada con la gente. Así que Gabriela Pinedo entró de bombera. Ayer mismo debió debutar la secretaria de Gobierno en la mesa que instalaron diputados de la 64 Legislatura.
LOS AMIGOS DE RUSIA Y DEL CAUDILLO
El Caudillo López salió en defensa de los “amigos de Rusia”. Si les quitan la visa estadounidense y les impiden ir de shopping a Nueva York, McAllen y otras ciudades que le gustan a Gerardo Fernández Noroña -advirtió López- pondrá el grito en el cielo en la Casa Blanca con el alicaído Joseph Biden. Resulta simpático que Alfredo Femat no aparezca en la lista negra que mandó Vicente González, congresista demócrata, al secretario de Estado, Antony Blinken. La encabezan Alberto Anaya y Fernández Noroña, dueño del PT y lisonjero estrella del Caudillo en San Lázaro. Será porque Femat es presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores y lo mismo estuvo con los rusos que con los gringos de Ken Salazar.
La verdad es la verdad
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