Este trafico de estas especies inundan el mercado mexicano y provocan pérdidas a los comerciantes que importan de manera legal estos animales.
De acuerdo con la denuncia, que ya investiga la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), los traficantes consiguen las especies en Los Ángeles y los trasladan en cajas hasta las garitas de Mexicali, Tijuana, Ciudad Juárez y Reynosa para introducirlas al país de manera ilegal.
Una vez dentro de México, la mercancía es enviada por avión a la Ciudad de México y Guadalajara, donde los ejemplares se venden en internet o en mercados locales.
Por su parte, la aerolínea Volaris sería utilizada por los contrabandistas para mover su producto hacia las principales ciudades del país.
“Estas mercancías que ingresan de manera irregular a territorio nacional posteriormente son enviadas vía aérea a través de la línea aérea comercial Volaris con destino a la CDMX y Guadalajara, principalmente, sin que la línea aérea solicite los documentos que acrediten la legal procedencia y sobre todo, que garanticen el estatus de conservación y zoosanitario de las mismas, debido a que, por provenir de un aeropuerto nacional, no están sujetas a inspección por parte de las autoridades competentes, como son el SAT (Servicio de Administración Tributaria), Senasica (Servicio Nacional de Sanidad e Inocuidad Agroalimentaria) y Profepa.
“Una vez en la CDMX u otra ciudad de destino, las mercancías de contrabando son distribuidas en los centros de venta, así como para su venta en línea, sin que pasen el tiempo de cuarentena establecido en la normatividad mexicana para este tipo de organismos que han sido importados, lo cual supone un riesgo para la entrada y dispersión de enfermedades exóticas a territorio mexicano”, se lee en la denuncia.
Este medio pudo documentar que una caja partió de la calle 420 W 104th St, en Los Angeles, con destino final a la calle Jardineros 65, colonia Morelos, en la Ciudad de México. Al revisar la dirección en Google Maps, esta corresponde a una tienda de mascotas localizada a cinco cuadras de la estación Tepito de la Línea B del Metro
El documento –dirigido a la Profepa, el SAT, Senasica y la Guardia Nacional, así como al Servicio de Inspección Sanitaria de Plantas y Animales y el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos–, indica que algunas de las especies de contrabando están protegidas por el Convenio sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).
Es el caso de los corales Acan echinata y Acan Lord, cuyo precio internacional es de 100 dólares en sitios especializados en línea (unos dos mil 46 pesos mexicanos), pero en sitios de internet de México se venden en precios menores gracias a que entran de contrabando.
Volaris llevaba servicios de carga o el transporte de especies acuáticas vivas, pero sólo después de confirmar que la autoridad aduanera autorizó su traslado “al certificar que cumple con la documentación necesaria”. La aerolínea subrayó que Senasica “ha aprobado los procesos de control de carga” que realiza en zonas fronterizas.
Sin embargo, cinco días después, el 9 de agosto, la empresa emitió un comunicado interno notificando a sus operadores la suspensión del envío de especies marinas exceptuando crustáceos como larva de camarón, langosta y langostinos apegados al proceso de pescados y mariscos, así como anfibios y tortugas apegados al proceso de animales exóticos.
Este diario confirmó la autenticidad del comunicado con trabajadores de la aerolínea, quienes aclararon que el freno que puso la empresa sólo fue de 24 horas ya que “presiones comerciales” habrían hecho que reculara en su decisión.
Según fuentes consultadas por este medio, que pidieron anonimato, al menos en Mexicali Volaris ya rechazó este miércoles un embarque de 60 cajas con especies marinas y aditamentos para acuarios. Sin embargo, la banda de traficantes logró trasladar su mercancía por otra aerolínea.
Empresarios del ramo de venta de animales para acuarios consultados por este medio explicaron que cada caja que se introduce de manera legal tiene en promedio hasta cinco mil organismos vivos (peces bebé) y puede tener un valor de hasta de seis mil dólares. Por lo que este embarque de 60 cajas podría tener un valor comercial de 360 mil dólares, unos 7.2 millones de pesos.
El órgano interno de control de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) ya dio entrada a la denuncia mediante oficio 08/114/DIC/O/1247/2022 en tanto que la Profepa, mediante oficio PFPA/53/2C.28.2/00004-21, también anunció que comenzó las investigaciones. El resto de las dependencias notificadas guardan silencio.