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¡TIEMBRA EN LORETO!

Por: José LORETO SANDOVAL

El 19 de septiembre de 1985, a las 07:20 horas, tembló en la Ciudad de México y las 10 de la mañana se sintió en Loreto, según manifestaron personas que a esa hora se encontraban realizando labores dentro de su hogar, cuando sintieron mareos momentáneos debido al movimiento telúrico derivado del sismo con epicentro en el estado de Guerrero.
En aquella ocasión, hace 37 años, las autoridades emitieron un boletín informativo proporcionando datos generales del temblor en algunos lugares de Zacatecas, entre ellos, Loreto, se dijo en ese entonces que la magnitud alcanzada en territorio zacatecano fue de entre 3.6 y 4.2 grados en la escala Richter, mientras en la Ciudad de México alcanzó los 7.9.
Desde ese tiempo nunca se había comentado que en Loreto se sintieran otros movimientos telúricos a pesar de que, desde ese año a la fecha, han sido cientos de sismos los registrados a nivel nacional. Fue hasta este día 19 de septiembre, alrededor de las 13:05 horas, cuando algunas personas aseguran sintieron el temblor que duró a decir de Jeú Márquez Cerezo director de Protección Civil de Zacatecas, por seis segundos, por lo que no se registran daños materiales ni pérdidas de vidas humanas o lesionados. Asimismo explicó que la mayoría de las personas no lo sintieron debido a que la sensación fue de menor grado.
De confirmarse de manera oficial el sismo en la ciudad de Loreto, serían dos ocasiones en las que la población detectó el movimiento de tierra en esta ciudad, lo que equivale a dar crédito a las advertencias de las autoridades emitidas con anterioridad en el sentido de que el Valle de Loreto es susceptible a este tipo de fenómenos naturales, debido entre otros factores, a la explotación en exceso de agua para uso agrícola de pozos profundos que, con el paso del tiempo, las cavernas donde se encuentran los mantos friáticos sufren hundimientos por carecer del líquido que soporta las capas terrestres.
Otra de las consecuencias de agotar los acuíferos, es el de las grietas o fracturas que sufre la ciudad y algunas comunidades; hundimientos de metros de terreno con hasta kilómetros de diámetro, conocidos como fallas geológicas.