La vida es de retos y entrega total en las metas que nos fijamos como personas, llegando a hacer triunfadores, aquellos que tienen disciplina y trabajo absoluto, pero sobre todo la enseñanza que se recibe en el núcleo familiar.
Un ejemplo lo es Manolo Jiménez Salinas, quien su integridad como persona, y como hombre de familia resalta inmediatamente siendo el segundo su pilar y fortaleza; características que sale en declaraciones públicas de manera natural: “desde niño me enseñaron que cuando uno hace las cosas bien, trabaja honestamente, y dando buenos resultados por consecuencias cosas mayores se presentan en la vida”.
El día lunes de esta semana, el Ing. Manolo Jiménez Salinas, emprende un nuevo proyecto, a lado de su esposa Paola Rodríguez López de Jiménez y sus cuatro hijos, en busca para llegar a la gobernatura de Coahuila de Zaragoza, poniendo en la práctica lo aprendido en puestos públicos que desde muy joven tuvo a su cargo, como Regidor, Diputado, Alcalde de Saltillo en dos ocasiones, así como su recién renuncia en su cargo en la Secretaria de Inclusión y Desarrollo Social.
Manolo Jiménez Salinas, joven político, pero con mucha experiencia no solamente por su posición como exalcalde de Saltillo, sino por el paso en puestos públicos, así como su incursión en tareas partidistas que lo acercaron cada vez más a las familias de los diferentes extractos de no solamente de la capital coahuilense sino en las diferentes cabeceras municipales de Coahuila, así como en colonias, barrios e Iniciativa Privada de la Entidad, y cuyo cariño, admiración de los coahuilenses se fue ganando de manera honesta.
Fue esa misma legitimidad de trabajo honesto, y con buenos resultados cuando fue Alcalde de Saltillo, logró hacer de la cabecera municipal mencionada una de las cinco ciudades más seguras, competitivas y con la mejor calidad de vida en todo México. Y ahora, en su nueva búsqueda como próximo gobernador de Coahuila de Zaragoza, tiene la meta de llevar a la Entidad a la consolidación el mejor lugar de México para vivir en armonía familiar, social, laboral y económico.
Manolo Jiménez Salinas, nunca fue un joven político falto de identidad con su comunidad, ni tampoco un desarraigado, pues, al contrario, antes y durante sus diferentes puestos como servidor público, siempre ha trabajado en pro de Coahuila y rebasando las expectativas a la solución de las diferentes problemáticas que han enfrentado los coahuilenses. Algo que cabe mencionar siendo como testigo este columnista es que nunca ha dejado de visitar aquellas colonias de la periferia y del resto de los sectores de Saltillo, y así como tampoco dejo de hacerlo en su último cargo que tuvo en la Secretaria de Inclusión y Desarrollo Social de Coahuila.
Es así que, con intenso trabajo honesto, Manolo Jiménez Salinas, quien nunca se ha olvidado de los coahuilenses, demostrándolo con buenos resultados a la gente, es decir, a la ciudadanía coahuilense que ha tenido capacidad para resolver las mayores necesidades requeridas para cualquier sociedad y fue eso que lo ha llevado a tener buenos indicadores como servidor público rompiendo así por primera vez ese gran paradigma que había en el tricolor de que los puestos políticos no son hereditarios o como se dice en el argot político “¡a la fila!”, o, “¡no es tu turno!”. El nuevo concepto para los candidatos a cualquier cargo político se gana no solo con trabajo sino con buenos resultados, pero sobre todo el no echarse acostar y estar viviendo de la política “turnándose” y/o repitiendo puestos eternamente en específico, como aquellos de Diputados Federales, Locales, Legisladores o Senadores. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org