El pasado 26 de febrero, 5 jóvenes fueron acribillados en la frontera de Tamaulipas y Texas. Los muchachos regresaban a sus hogares después de una noche de fiesta cuando un convoy de militares les siguió y cuadras más adelante abrió fuego. Les dispararon 117 tiros hiriendo a uno de ellos y matando instantáneamente a 5.
Los jóvenes, todos en sus 20, no estaban armados.
Según las investigaciones de la fiscalía, la versión del capitán del convoy, Elio N. contrasta absolutamente con la narración de los dos sobrevivientes. Los muchachos aseguran fueron seguidos por patrullas militares, después de unos momentos, y sin razón aparente chocaron la camioneta y abrieron fuego contra ellos.
Al momento, los 4 acusados están detenidos en la cárcel militar en la CDMX y enfrentan su juicio de manera virtual.