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ES MOMENTO DEL RELEVO

Santos Antonio González Huerta

Hoy en día nuestro país fluctúa por una serie de transformaciones profundas en diferentes ámbitos que hacen volver la vista al horizonte para pensar cual es el rumbo que debe seguir la transición política que vive la sociedad. Las nuevas generaciones de jóvenes nos han dado los elementos suficientes para considerar que en sus manos se encuentran las tareas más importantes para lograr consolidar las conquistas, profundizar las condiciones de bienestar social y atender los retos más urgentes del país.

Es por ello que la inclusión de las juventudes en el ámbito político es uno de los temas de mayor relevancia en la actualidad, pues en los últimos años hemos visto a los diferentes actores políticos señalar la necesidad de incorporar a más jóvenes en las posiciones de toma de decisiones a nivel nacional. Sin embargo, la realidad muestra que en nuestro país los jóvenes, quienes representamos más de un tercio de la población, únicamente ocupamos el 5.4% de los espacios en la actual LXV legislatura.

Por lo anterior, el relevo generacional es un pilar importante para construir el futuro de las y los mexicanos, apostar por las y los jóvenes es una tarea necesaria para el proceso democrático y social del país, que indudablemente traerá resultados positivos que se reflejarán en el bienestar de toda la población.

Asimismo, las democracias modernas exigen tener un alto grado de flexibilidad que permita hacer los ajustes necesarios cuando algo no funciona, de modo que las personas, especialmente las y los jóvenes se sientan identificados con los ideales democráticos y, por tanto, identifiquen su defensa como un valor prioritario.

Superar la democracia de papel para transitar hacia un modelo de democracia participativa e inclusiva debe ser el estandarte de todas las figuras políticas que actualmente nos representan, así como apostar por las y los jóvenes, abriendo espacios para su participación e involucramiento en el ámbito político y social, para así lograr materializar la reestructuración y renovación de los liderazgos.

Para desterrar la injusticia social y potenciar el avance del país, es necesaria una acción conjunta de todas las grandes fuerzas sociales, pero sobre todo, de la plena participación de las y los jóvenes. Además, necesitamos lograr un consenso sobre los grandes problemas del país, no solo políticos, sino económicos, sociales, educativos, culturales y de justicia, que ponen en riesgo nuestra convivencia pacífica y armónica.

Será una ardua tarea para las y los jóvenes, pero estoy convencido de que juntos resanaremos las fracturas y la división. Diluiremos la desconfianza y las descalificaciones que invaden el espacio entre nosotros y sin alejamiento de por medio, construiremos codo a codo un proyecto de todos y para todos.

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