LOS POZOS DE CARLOS POZOS
MARTES 9 DE ENERO 2024
Terminó el puente de vacaciones de los mexicanos llamado Guadalupe-Reyes y reiniciamos nuestras columnas con la novedad de que, en las benditas redes sociales, los conservadores intentan posicionar su estrategia política en contra de la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, diciendo que no levanta en las encuestas y que no llegan simpatizantes a los eventos organizados.
En las pasadas vacaciones decembrinas se dio un peculiar evento político que les voy a recordar. Pues resulta que de ex alcaldesa de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum se ha convertido en la “madre adoptiva” de varios personajes políticos provenientes de diferentes partidos. Como si se tratara de un reality show, diversos simpatizantes de la oposición le han lanzado la pregunta al aire: “¿Nos adoptas?”. ¿Pero realmente Sheinbaum está preparada para cuidar de esta “nueva familia política”?
El primero en presentar su solicitud de adopción fue Adrián Rubalcava, alcalde de Cuajimalpa. En un emotivo encuentro, Rubalcava declaró su apoyo incondicional a Sheinbaum y, de paso, le pidió que lo adoptara como su hijo político. ¡Qué bonito! Pero, ¿está Claudia lista para lidiar con los desafíos de criar a un hijo político? Después de todo, los hijos malagradecidos son una especie común en el mundo político.
No es solo Rubalcava; toda una “Alianza Progresista” ha decidido unirse al clan de Sheinbaum. Con figuras como Eruviel Ávila, Alejandro Murat, y otros expriistas, la familia política de Claudia crece más rápido de lo que algunos podrían imaginar. Pero, como en toda adopción, siempre hay riesgos. ¿Estos políticos desertores traerán alegría a la casa de Sheinbaum o sólo problemas?
Las adopciones políticas pueden ser complicadas. ¿Se adaptarán estos nuevos miembros a la casa de la Cuarta Transformación o serán como hijos rebeldes que siempre cuestionan las decisiones de la “madre” Sheinbaum? La historia nos dice que los malentendidos y las discusiones son inevitables en cualquier familia, incluso en la política.
Clara Brugada también se sumó a la fiesta de adopciones, reconociendo y agradeciendo a Rubalcava por unirse al movimiento de la Cuarta Transformación. Parece que el término “Alianza Progresista” es ahora sinónimo de “nueva familia política” para aquellos que han decidido abandonar el PRI y sumarse a las filas de Morena.