El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, está amenazando con salirse del pacto fiscal porque su Estado aporta a la Federación más recursos de los que posteriormente recibe; la situación de Jalisco no es única, igual se encuentran otras entidades como la Ciudad de México, el Estado de México, Nuevo León, Veracruz, Tamaulipas y Baja California. Y es que nuestro sistema federal y en particular nuestro sistema tributario está diseñado para que la federación recaude los impuestos que representan el 93% del ingreso nacional (el ISR, el IVA, el IEPS, los impuestos petroleros, lo impuestos al comercio exterior y el impuesto a los automóviles nuevos, entre otros); los Estados solo recaudan el 5% y los municipios el 2%.
Posteriormente la bolsa nacional se distribuye no basándose en quien aportó más, sino en base a muchos otros factores como el Producto Interno Bruto, la eficiencia recaudatoria y obviamente el número de habitantes, pero la verdad es que las
fórmulas para distribuir los recursos federales no las entiende ni el que las hizo. Alfaro se duele de que ocho entidades federativas recaudan el 82.6% de los impuestos nacionales y solo reciben el 35.3% del Ramo 33 y el 47.8% del Ramo
28. Eso es totalmente cierto, pero alguien tiene que explicarle que nuestro sistema fiscal es un sistema redistributivo, se le da más a los que más necesitan, a los más pobres, sólo así puede lograrse un crecimiento armónico de todas las regiones del país. Si se hiciera al revés, o sea darle más a los más pudientes, lo único que se generaría es que ellos se hagan más ricos y los pobres más pobres.
Pero centremos el tema ¿puede Jalisco o cualquier otro Estado salirse del pactofiscal? Sí, la Ley de Coordinación Fiscal establece que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público celebrará convenios con las entidades que soliciten adherirse al
Sistema Nacional de Coordinación Fiscal, el convenio debe ser autorizado por las legislaturas locales y puede darse por terminado también con autorización de las legislaturas.
Sin embargo ni a Jalisco ni a ningún otro Estado le conviene salirse del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal, sería una torpeza porque no podrían cobrar impuestos federales, solo dejarían de recibir participaciones federales, así está la
ley. El amago de Alfaro no es nuevo, recuerdo hace unos años a un grupo de gobernadores de oposición que se autodenominaron “Alianza Federalista” y argumentaban exactamente lo mismo, de la amenaza no pasaron.
La posición de estados como Zacatecas que reciben más de lo que aportan, no es muy distinta, también quieren una rebanada más grande del pastel pero no hacen absolutamente nada para que el pastel sea más grande, solo estiran la mano; no hay mas que ver la poca eficacia recaudatoria del predial por parte de la mayoría de los municipios, la nula promoción económica y turística, el gasto excesivo en burocracia, en elecciones, así como en obras y políticas que no impactan en el desarrollo regional. Ricardo Monreal propone una reforma fiscal para que haya más recursos a distribuir, tal vez piensa gravar las herencias o ponerle IVA a alimentos y medicinas, solo que eso no da votos, al contrario, los quita, dudo mucho que su bancada esté de acuerdo.
En fin, es la rebatinga de cada año por el presupuesto; dice el dicho que “el que no llora no mama”, pues el primero en llorar y fuerte fue el gobernador de Jalisco, ojalá le den algo, los 8.3 millones de tapatíos lo merecen, pero mucho me temo que seguiremos con la política de que al presupuesto no se le mueve ni una coma, aunque amenacen con salirse del pacto fiscal.