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LA POLÍTICA ECONÓMICA DE TRUMP PONE EN RIESGO EL FUTURO DEL T-MEC

 

Dr. Ulises Mejía Haro

Las recientes acciones del expresidente Donald Trump contra México y Canadá han generado gran incertidumbre sobre el futuro del T-MEC y la estabilidad económica de la región. La imposición de aranceles del 25% a las exportaciones mexicanas y canadienses hacia Estados Unidos contradice los principios del tratado y amenaza con desestabilizar las economías de los tres países.

Esta decisión arbitraria se basa en argumentos infundados sobre el tráfico de fentanilo y la migración. Sin embargo, los datos muestran que México ha fortalecido su estrategia de seguridad y combate al narcotráfico. La presidenta Claudia Sheinbaum ha rechazado categóricamente estas acusaciones y ha advertido que México no aceptará medidas unilaterales que dañen su economía.

El presidente Donald Trump se equivoca al aplicar de manera unilateral aranceles del 25% a todas las exportaciones de México y Canadá a Estados Unidos, lo cual, de no dar marcha atrás, traerá consecuencias económicas para México, Canadá y Estados Unidos, quienes integran la región próspera de Norteamérica y un tratado comercial (T-MEC) que ha resultado exitoso y beneficia a los tres países en su economía, empleo y bienestar de su gente.

La aplicación este 4 de marzo de aranceles por parte de Estados Unidos a sus principales socios comerciales provocó una respuesta inmediata de Canadá y México. Ambos países anunciaron aranceles recíprocos a las exportaciones estadounidenses. El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, dijo que impondrá aranceles del 25% a las importaciones estadounidenses hasta que Estados Unidos retire los aranceles a las exportaciones canadienses, y de no hacerlo aplicarán medidas no arancelarias. En México, la presidenta Claudia Sheinbaum también anunció que el próximo domingo 9 de marzo dará a conocer en el Zócalo de la Ciudad de México la aplicación de aranceles y medidas no arancelarias a las importaciones de Estados Unidos. Por otro lado, China también impondrá aranceles adicionales a las importaciones estadounidenses de productos agrícolas y pecuarios.

La política económica errática e irracional de Trump usa como pretexto para la aplicación de aranceles a México y Canadá la supuesta falta de acción de estos países en el combate al tráfico de fentanilo y migración. Desde su miopía, dice que “no han hecho lo suficiente para detener el tráfico de fentanilo y la migración” en sus fronteras con Estados Unidos.

La presidenta Claudia Sheinbaum fijó su posición con firmeza: “Ante el comunicado publicado por la Casa Blanca, ofensivo, difamatorio y sin sustento sobre el Gobierno de México, lo rechazamos categóricamente. Desde que inició mi gobierno hemos dado resultados en materia de seguridad y combate al fentanilo. Las propias cifras de aduanas de su país muestran que las incautaciones de fentanilo provenientes de México se redujeron en 50% de octubre de 2024 a enero de 2025; el aseguramiento de 6,998 armas de fuego, 75% de ellas provenientes de Estados Unidos, y la incautación de 121 toneladas de drogas, incluyendo un millón 332,126 pastillas de fentanilo. No hay motivo, razón ni justificación que soporte esta decisión que afectará a nuestros pueblos y naciones. Lo hemos dicho: cooperación y coordinación, sí; subordinación e intervencionismo, no. A México se le respeta, somos naciones iguales”.

Aplaudimos y apoyamos el posicionamiento de nuestra presidenta de México, ya que es una aberración que Trump, de un plumazo, desdeñe los logros históricos del gobierno de Claudia Sheinbaum en materia de seguridad y combate al tráfico de drogas. En cambio, preguntamos: ¿Qué ha hecho Trump para combatir el consumo de drogas en su país, que es un verdadero problema de salud pública? ¿Qué ha hecho Trump para combatir la distribución y comercialización de drogas por grupos delincuenciales en su país? ¿Qué ha hecho Trump para detener el tráfico de armas de alto poder de su país, con las cuales se genera violencia y muerte en México? Las respuestas son claras: no ha hecho absolutamente nada, “solo ve la viga en el ojo ajeno”.

La presidenta Claudia Sheinbaum fue clara y contundente: “No buscamos una confrontación económica ni comercial. Lo que realmente deberíamos estar haciendo es fortalecer la integración de nuestras economías para competir en un mundo cada vez más globalizado. Es inaceptable que no se tome en cuenta el impacto negativo de esta decisión, que afectará tanto a ciudadanos como a empresas de Estados Unidos y México con el incremento de precios y pérdida de empleos en ambas naciones. Aquí nadie gana; al contrario, esta medida arancelaria pone en riesgo la estabilidad económica de la región de Norteamérica y afecta a nuestros pueblos”.

De acuerdo con analistas, la aplicación de aranceles a México y Canadá incrementará los precios para los consumidores y afectará la inversión de las empresas en México y Estados Unidos. El comercio entre ambos países asciende a 800 mil millones de dólares al año y existe una fuerte interdependencia económica. Sería un contrasentido afectar las cadenas de suministro, ya que Estados Unidos no tiene la capacidad de sustituir todo lo que México exporta. Las empresas estadounidenses instaladas en México y las ubicadas en Estados Unidos se verán seriamente afectadas en sus costos y proveedurías, entre ellas la industria automotriz, acero, aluminio y alimentos, sectores que ya mostraron su inconformidad ante la aplicación arancelaria, ya que contradice lo estipulado en el T-MEC.

Ante ello, se pronostica que en cuestión de días o semanas el presidente Trump recule en la aplicación de aranceles. Ya lo dijo el secretario de Comercio, Howard Lutinick, en una entrevista este martes: “Los aranceles impuestos por Donald Trump podrían cambiar a partir de mañana. Creo que vamos a llegar a un acuerdo con Canadá y México”.

* Diputado federal por Zacatecas.

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