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LAS OBRAS MALDITAS DE LOS GOBIERNOS

EN TODOS los gobiernos, de izquierda o derecha, transformadores o neoliberales, existen obras malditas. Es decir, proyectos en los que se invierte mucho dinero y tiempo y jamás se logran. O se logran a un altísimo costo económico y político. Casos recientes e icónicos: La Estela de Luz de FELIPE CALDERÓN; el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) de ENRIQUE PEÑA NIETO; el tren interurbano México-Toluca, iniciado en 2014 por PEÑA NIETO, continuado por LÓPEZ OBRADOR y ahora por CLAUDIA SHEINBAUM, sigue inconcluso. El costo de La Estela pasó de 400 a 1,400 millones de pesos; cancelar el NAIM le costó a LÓPEZ OBRADOR —mejor dicho a los mexicanos— 334 mil millones de pesos. Para El Independiente se proyectó una inversión de 40 mil millones de pesos; a la fecha se han gastado más de 100 mil millones.

EL SEGUNDO PISO

LA LISTA de obras malditas en Zacatecas las encabeza, obligadamente, el segundo piso en el bulevar Adolfo López Mateos. En 2007 AMALIA GARCÍA lo quiso hacer, pero el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos) la frenó; AMALIA optó por construir el bulevar Bicentenario en la vía conocida como Tránsito Pesado. DAVID MONREAL había hecho oídos sordos a la oposición del INAH y la UNESCO; lo frenaron cuatro amparos otorgados por una jueza federal. La pregunta ahora es ¿habrá segundo piso? ¿MONREAL podrá romper la maldición que implica el riesgo de que Zacatecas pierda el título de Patrimonio Mundial?

EL CENTRO CULTURAL

OTRA OBRA maldita es el Centro Cultural Toma de Zacatecas. La inició MIGUEL ALONSO y le metió 520 millones de pesos; el 11 de septiembre de 2016, a tres días de entregar el poder a ALEJANDRO TELLO, lo inauguró inconcluso; el quinquenio de TELLO estuvo abandonado y al final se entregó al Ejército para instalar ahí la preparatoria militarizada. El gobierno de DAVID MONREAL califica al Centro como “museo de la corrupción” y el secretario de la Función Pública, ERNESTO GONZÁLEZ propone demolerlo.

LA PRESA MILPILLAS

LA TRÍADA de proyectos malditos en Zacatecas se completa con la presa Milpillas. El 12 de marzo, en La Mañanera del Pueblo de la presidenta CLAUDIA SHEINBAUM, se anunció que el gobierno federal, a través de la Conagua, invertirá 8 mil 900 millones de pesos para construir la presa Milpillas en Jiménez del Teul para abastecer de agua potable a más de un millón de zacatecanos. Según EFRAÍN MORALES, titular de Conagua, este año se invertirán los primeros 350 millones es de pesos y la obra iniciará en agosto y quedará concluida en 2028. Ese mismo optimismo se respiraba en 2015, en el sexenio de MIGUEL ALONSO, cuando se habló por primera vez de la presa Milpillas. Después, en 2017, cuando la federación dio luz verde al proyecto, ALEJANDRO TELLO dijo que Milpillas era la obra más importante de su quinquenio. Y en 2019 el proyecto y la obra quedaron paralizados, la Secretaría de Hacienda canceló la etiqueta de obra multianual y retiró una bolsa de 500 millones. En el proyecto se han gastado alrededor de 500 millones de pesos, cuyo paradero es un misterio. El año pasado, la titular de SAMA, SUSANA RODRÍGUEZ, reveló que el gobierno de Zacatecas sólo tiene en propiedad 20% de los terrenos necesarios para la obra y que mientras no haya 100% de certeza jurídica, la federación sólo dirá que sí, pero no soltará prenda.

EJIDATARIOS EN PIE DE GUERRA

CONVIENE destacar que ante los rumores de que ahora sí va en serio la construcción de la presa Milpillas, ejidatarios y pequeños propietarios de Jiménez del Teul y Sombrerete ya tocaron tambores de guerra y están llamando a la gente para formar guarniciones y patrullas de vigilancia. Están decididos a impedir a toda costa, con su vida si es preciso, la construcción de la presa que, dicen, se llevaría el agua que les pertenece y que necesitan para sobrevivir. DAVID MONREAL dice que es “politiquería” y que la obra va porque va. Ya veremos quiénes ganarán esta partida.

 

EL HOLLÍN DE LA POLICÍA

EL MIÉRCOLES de la semana pasada, manos inocentes —según el reporte oficial— causaron un incendio en la Secretaría de Seguridad Pública, en Guadalupe. El comunicado de la SSP relata que niños que jugaban con pirotecnia arrojaron “palomitas” al pastizal y el fuego que se generó rápidamente se extendió en varias hectáreas y llegó al depósito de llantas —viejas, suponemos— de la Policía Estatal. En total se quemaron 350 piezas y provocaron una cantidad de humo negro que se habrá visto hasta Yucatán. Pese a la magnitud del incendio —destacó el reporte oficial— sólo afectó el campo de tiro, sin daños a las oficinas y unidades oficiales cercanas. El recuento de las autoridades omite que cientos de toneladas de hollín invadieron las casas cercanas y comercios cercanos con efectos desastrosos. Los vecinos damnificados esperarían que la SSP asuma su responsabilidad.

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