Ícono del sitio

EL INÚTIL DEBATE DE LOS GOBERNADORES

 

La primera Constitución de México, la de 1824, nada dijo sobre la educación; la Constitución de 1857 solo estableció que la enseñanza sería libre; y la Constitución de Querétaro de 1917 decretó la laicidad y gratuidad de la primaria. No fue sino hasta 1934 cuando Lázaro Cárdenas reformó el artículo tercero constitucional para establecer que la educación sería socialista y que sólo el Estado –Federación, Estados y Municipios- impartirían educación primaria, secundaria y normal; y agregó que la primaria sería obligatoria. En 1946 Ávila
Camacho le quitó lo de socialista, en 1993 Salinas de Gortari agregó a la secundaria como obligatoria y en el 2012 la educación media superior.

Pues desde entonces, hace noventa años, la Federación y la mayoría de los Estados comenzaron a abrir escuelas en todo el país, Zacatecas no fue la excepción, Matías Ramos y los gobernadores que le siguieron abrieron escuelas en casi todos los municipios, para ese reto fue determinante nuestra benemérita
escuela normal. Impartir educación era motivo de orgullo en los informes de gobierno de Félix Bañuelos, Pánfilo Natera, Leobardo Reynoso, Minero Roque, Panchito García, Rodríguez Elías, Pedro Ruíz González, el General Pámanes, Cervantes Corona y Genaro Borrego.

A pesar de la descentralización educativa de 1992, ni Arturo Romo, ni Ricardo Monreal o Amalia García se quejaron o dejaron de pagar la nómina educativa, al contrario, presumían la apertura de escuelas técnicas, bachilleratos, institutos tecnológicos y universidades. No fue sino hasta hace dos lustros que Zacatecas y otros Estados empezaron a explorar la posibilidad de que el Gobierno Federal le pagara su sueldo no solo a
los maestros federales, sino también a los estatales. Esa gestión no prosperó ni con Miguel Alonso, ni con Tello, ni ahora con David Monreal. Pues la semana pasada el gobernador Monreal sorpresivamente culpó a Miguel Alonso de que esa ingenua pretensión no haya prosperado, pues no, claro que no prosperó ni prosperará, los maestros federales tienen prestaciones y un régimen de seguridad social distinto al de los maestros estatales.

Alonso rompió su largo silencio para desmentir las acusaciones, David Monreal lanzó entonces a su Secretario General de Gobierno con otros reclamos como la deuda pública y la inseguridad. El joven secretario se aventó la puntada de decir que con Alonso surgieron bandas locales, falso de toda falsedad, y que se
descompuso el tejido social, no sé que signifique eso. Pues Miguel Alonso volvió a respingar culpando de la deuda a su antecesora Amalia García y precisando que la inseguridad se disparó no en su gobierno, sino
en el de su sucesor Alejandro Tello.

Amalia reviró a través de quien fuera su Secretario de Finanzas y el debate ahí quedó, en nada, en una simple cortina de humo, en un distractor que para no ver el preocupante presente y el futuro incierto mañosamente nos hace ver hacia atrás, a cosas que ya pasaron y no tienen remedio.
Yo he transitado en la administración pública estatal en las últimas cinco administraciones, me atrevo a decir, sin falsa modestia, que pocos conocen la evolución del fenómeno delictivo como yo.
Con Ricardo Monreal fui Secretario General de Gobierno y responsable de la seguridad pública, aunque junto con Tlaxcala éramos el Estado más seguro del país, creamos la Policía Estatal.

Fue en el 2005 (tiempos de Amalia) cuando llegaron los Zetas a Fresnillo y con ellos los delitos de alto impacto; en el 2011 (tiempos de Miguel) el Cártel del Golfo irrumpió en Florencia de Benito Juárez, se quintuplicó el tamaño de la policía estatal y la presencia de marinos y federales, se construyeron dos bases militares, las cinco Unirse, la Metropol, la policía montada, etcétera.

En el 2016 (tiempos de Tello) de los Zetas se desprendió el Cártel del Noreste y del Cártel del Golfo los Talibanes, al año siguiente irrumpió en Juan Aldama el Cártel de Sinaloa y en Nochistlán el Cártel de Jalisco. Por esa terrible multiplicación de los grupos delictivos, de 112 homicidios dolosos que se cometieron en el 2014 siendo yo Procurador, en el 2021 se disparó a 1134, primer lugar nacional. Esa fue la famosa “herencia maldita”. Pero esa era la tendencia en todo el país por los “abrazos no balazos”, hoy la
tendencia es a la baja no solo aquí sino en todo el territorio, porque afortunadamente se acabaron “los abrazos”. En fin, basta de historia, creo que en este momento el debate debe ser en que se van a invertir los casi cuatro mil millones de pesos del fallido segundo piso. Ojalá el gobernador vea para adelante y nos escuche a todos, problemas y proyectos sobran.

Salir de la versión móvil