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LAS MORISMAS DE BRACHO

 

Por: Arturo Nahle García

En el año 711 los árabes invadieron la península Ibérica, ocho siglos después, en
1492, los reyes católicos la reconquistaron eliminando toda resistencia religiosa,
por ello expulsaron a los judíos, reorganizaron el Tribunal de la Inquisición y los
moriscos tuvieron que optar entre convertirse al catolicismo o abandonar el país.
Los enfrentamientos entre católicos y musulmanes que se dieron en esa época no
fueron los únicos, de 1096 a 1270 se sucedieron las famosas Cruzadas,
expediciones religioso-militares contra el Islam organizadas por los Papas y los
reyes cristianos de Francia, Inglaterra y Alemania para reconquistar Jerusalén y
los santos lugares.
Todavía en 1571 se dio un enfrentamiento naval entre turcos y cristianos en el
estrecho de Lepanto, los primeros al mando de Alí Bajá y los segundos bajo las
órdenes de Don Juan de Austria, la batalla terminó con la victoria cristiana.
Desde entonces, durante los primeros días de septiembre, los habitantes de
Villena, Alicante, llevan a cabo una gran fiesta para conmemorar el triunfo de los
cristianos sobre los moros. Para ese festejo, denominado Morisma, los villeneses
se organizan en comparsas y cofradías religiosas o gremiales.
Esta tradición la trajeron los españoles a América y fue utilizada como práctica
evangelizadora, por ello hay innumerables danzas y representaciones de las
batallas entre moros y cristianos en Guatemala, Ecuador, Chile, El Salvador,
Bolivia, Brasil, Uruguay y, por supuesto, en México.
En algunos lugares de nuestro país la festividad se adaptó para representar el
triunfo del cristianismo español sobre el paganismo azteca: el bien, representado
por la cruz, sobre el mal, representado por la media luna. Posteriormente fue
adaptada para representar la intervención francesa en contra del ateo Benito
Juárez.
Durante la Guerra Cristera, la Morisma fue ampliamente promovida por la iglesia,
pero para denunciar el supuesto origen árabe del anticlerical Plutarco Elías Calles,
alias “El Moro”.
Sin embargo ninguna danza ni representación en el mundo tiene la dimensión y
espectacularidad de las Morismas de Bracho que desde hace más de 200 años
llevan a cabo en Zacatecas cofradías originalmente de mineros. Aquí la fiesta
religiosa está dedicada al martirio de San Juan Bautista.

En las Morismas de Bracho participan más de 17 mil zacatecanos, todos
perfectamente ataviados de acuerdo al papel heredado por sus respectivos padres
y cada uno de ellos renovando el compromiso de inculcar a sus hijos el valor de
preservar esta hermosa tradición.
Las Morismas Bracho no las organiza el gobierno ni la iglesia, de hecho nadie
sabe a ciencia cierta quien las dirige, lo cierto es que cada año crecen de manera
impresionante.
Es muy curioso ver moros cargando imágenes de San Juan Bautista o a cristianos
cargando a sus hijos vestidos de musulmanes, ese sincretismo seguramente es
porque el padre heredó un personaje y la madre el del bando contrario.
Lamentablemente fuera de Zacatecas muy poca gente sabe de nuestras
Morismas, no atraen nada de turismo por la sencilla razón de que no se les hace
ninguna promoción.
Hace tres años estuvieron aquí todos los presidentes de los Poderes Judiciales del
país y quedaron más que asombrados, lo menos que me decían es que la
representación superaba con mucho a la Guelaguetza de Oaxaca o al Cervantino
de Guanajuato. Yo me atrevo a comparar su belleza con el Carnaval de Venecia,
la Procesión del Silencio de Sevilla o el Viacrucis de Iztapalapa.
Pues este domingo las Morismas de Bracho con sus maravillosas bandas de
guerra, batallones de devastadores y artillería, ingresaron al libro de Récords
Mundiales Guinness; esto no es poca cosa, se trata de la serie de libros más
vendida de todos los tiempos con ventas superiores a los cien millones de
ejemplares en cien países y en 23 idiomas.
Ojalá que este récord mundial sirva para que el próximo año los vuelos, hoteles,
restaurantes, museos y negocios de nuestra ciudad sean insuficientes, soy un
convencido de que se puede, basta con destinarle a la difusión de las Morismas la
mitad de lo que se le invierte a la devaluada, por no decir chafa, Feria Nacional de
Zacatecas.

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