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El Cambio, Nada para nadie

Por: Arturo Ortiz Méndez
Así son las cosas, por una parte, el desgaste natural de los equipos que tienen responsabilidad de gobernar a nivel estatal y municipal y por otra la incertidumbre de los grupos de interés asociados a los partidos y organizaciones que en el proceso electoral anterior perdieron las contiendas. Todos trabajan y operan diversas líneas de acción para tratar de preservar y en la medida de sus posibilidades incrementar su potencial electoral y en ello su nivel de competitividad en el proceso electoral 2027. Ya lo comentamos, si van solos, divididos, atomizados sin lugar a dudas alguno ganará, pero el perdedor principal será Zacatecas.
La próxima elección en este territorio tendrá algunos rasgos característicos derivados como en todos los sexenios, del desempeño del equipo de gobierno saliente. Quienes tienen la supremacía política en este momento trabajan para el cambio y continuidad, otros trabajan para el cambio sin ruptura mpero la mayoría de los grupos de interés en este caso al interior de Morena, trabajan para el cambio, sin matices; los grupos de interés que trabajan en torno de los partidos PT, PRI, PAN, MC y PRD, igual hablan y trabajan para el cambio sin continuidad, en este punto coinciden con la opinión pública de la sociedad civil.
Estos segmentos de la sociedad son importantes y determinantes en el proceso electoral principalmente por la capacidad de convocatoria y el peso especifico que representan en los resultados de los procesos electorales. En nuestro sistema político democrático, los partidos políticos son las plataformas de acceso al poder político burocrático y en esta coyuntura político electoral no será la excepción. En Zacatecas la membresía del conjunto de partidos políticos suma el equivalente al 10% del total de ciudadanos inscritos en la lista nominal. Luego, si la votación efectiva en un proceso electoral como el realizado en el año 2024 equivale al 60% de los inscritos en la lista nominal, ello quiere decir que, de los 750.000 votos efectivos, eventualmente solo 125.000 corresponden a ciudadanos afiliados a alguno de los partidos y, el resto, 83% de los votantes corresponden a ciudadanos sin filiación partidista.
Este dato es fundamental en el análisis sobre las preferencias electorales pues en base a ello, ninguno de los partidos tiene una base suficientemente fuerte para competir y ganar, es decir, sus votos duros dan como resultado NADA PARA NADIE por la sencilla razón de que la membrecía de cada instituto por sí sola no es suficiente para competir y ganar. Todos sin excepción ocupan del apoyo silencioso o abierto de la sociedad civil y su multiplicidad de grupos de interés en los 58 municipios.
En este orden, nadie puede presumir que tiene intención de voto suficiente para ganar, principalmente por el hecho de que el voto duro de los partidos políticos también está fraccionado entre los diversos grupos de interés. Un ejemplo se expresa en Morena partido gobernante que en diversos estudios de opinión aparece con una intención de voto por el orden del 40% y los grupos de interés y sus precandidatos del mismo partido se disputan los mayores porcentajes en preferencia electorales. Es decir, si todos los grupos de interés al interior de morena se unifican en una sola candidatura seguramente estarán en la posibilidad de ganar y si eso no sucede, las probabilidades de derrota incrementarán de manera significativa. La solución política requiere una estrategia para la convergencia de la pluralidad y ello debe ser el principal reto a resolver por ALFONSO RAMIREZ CUELLAR, Verónica Díaz, Ulises Mejía, Rodrigo Reyes, Geovanna Bañuelos y Carlos Puente como aspirantes por Morena, PT y PVEM. Otro ejemplo se refleja en los partidos opositores a morena que no avanzan en el proceso de convergencia de la pluralidad para trabajar en torno del proyecto superior, favoreciendo con ello el escenario de poca competitividad y altas posibilidades de perder la contienda. Revertir ese escenario es la tarea política más importante que deberán asumir: Miguel Varela, Nohemí Luna por el PAN; Fito Bonilla, Arturo Nahle y Carlos Peña por el PRI; Ana María Romo y Pepe Haro por MC. El reto mayor es revertir el escenario de la derrota.

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