Cultura
Michael de Alba
No cabe duda que la pandemia nos cerró un sinfín de puertas, pero nos abrió un amplio abanico de oportunidades. Es el caso de Rosa Isela Castillo Aguilar, quien con el comienzo de la pandemia y el pasar de los días comenzó a tener un significativo desequilibrio emocional, por lo que optó por buscar algo que la acercara a la meditación guiada y meses después se encontró con la “Mandala terapia” por medio de la mano de amigos que se dedican a esta actividad.
La palabra mandala se define como “rueda o circulo” en sánscrito, misma que se originó en la India. Estas creaciones fueron utilizadas principalmente en el hinduismo y el budismo ya que aluden a una representación del macrocosmos y microcosmos, y son percibidas desde un punto de vista espiritual.
La creación u observación de mandalas son una técnica que a sido utilizada por nuestros antepasados y que sigue siendo practicada en la actualidad. Esta práctica se usaprincipalmente para meditar por medio del proceso decreación o la observación, en la que consiste enfocarte en una mandala ya hecha o tú mismo realizarla, estar en un lugar cómodo y acompasar la respiración para que el cuerpo llegue a un estado de bienestar y relajación, focalizando así toda la atención sobre él.
Existen muchas formas de hacer mandalas las cuales se presentan a través del dibujo, la pintura y el tejido, utilizandoeste ritual que en muchas culturas se usa como método de sanación, meditación, mixta y en otras cuantas solo como entretenimiento. Ella se ha enfocado más en el tejido y los últimos meses debido a esta meditación y la creación de las mandalas, ha logrado desarrollar otros proyectos a través de la imaginación y la creatividad que con esta técnica ha conseguido estimular de manera considerable.
Actualmente tiene en pie un proyecto llamado “Mis manos mágicas” que no solo se basará en la creación de mandalas al estilo convencional, sino que incorporará la Lengua de Señas Mexicana, otra de sus grandes pasiones.
Rosa, es Licenciada en Educación Especial, es cofundadora de “El güerito de los postres” empresa familiar que se dedica a la repostería y ahora incursiona en el mundo de la mandalaterapia.
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