Francisco Reynoso
*La propuesta de armas a ciudadanos agravaría la inseguridad en Zacatecas
*Saúl Monreal teje la telaraña política; tiene claro que no será candidato de Morena
*El Congreso declarará aprobada la reforma que revive las herramientas legislativas
La propuesta de Soledad Luévano y Marco Flores de armar a la gente de Palmas Altas para que pueda defenderse del crimen organizado, es populista y muy peligrosa. Imagínense que todos los varones anduvieran “ensillados”, es decir, con su cuete clavada en la cintura. Para enfrentar un comando de 10 ó 12 sicarios con cuernos de chivo y R15, su pistola calibre 22, en el mejor de los casos 38, le serviría sólo para precipitar la confrontación y la balacera. Armar a ciudadanos pacíficos es mandarlos al matadero.
La senadora y el diputado federal, ambos de Morena, plantean absurdos para lambisconear al populacho agobiado por la inseguridad. Como lo hicieron Carlos Puente y Arturo Escobar del Verde al resucitar la petición de pena de muerte para homicidas y feminicidas.
Dice un magistrado del Tribunal Superior de Justicia: “Somos, por lo general, de mecha corta. Un incidente de tránsito que ahora termina en mentadas de madre o en golpes, acabaría en balacera. Para defenderse de la delincuencia mayor, las pistolas permitidas, de 22 a 38, no servirían de nada. Para multiplicar la violencia social servirían de mucho”. Pero el problema es que Chole Luévano y Marco Flores hablan mucho y piensan poco.
Saúl Monreal teje la telaraña para el doble salto mortal
Parece evidente que Saúl Monreal tiene claro que en 2024 difícilmente será candidato de Morena. Muchos de sus allegados dudan que para entonces siga en ese partido. Ello explica que el alcalde de Fresnillo ande como trompo chillador por todo el estado, y en otros vecinos, tejiendo la telaraña política que le sirva como red de protección a la hora del triple salto mortal para dejar el trapecio guinda. Este fin de semana Saulongo anduvo en Guadalajara. Y las crónicas locales lo describieron muy platicador con sus colegas de Guadalajara y Zapopan, Pablo Lemus y Juan José Frangie, ambos de Movimiento Ciudadano. Se planteó si Dante Delgado y Ricardo Monreal estarían cocinando algún platillo especial para el 2024. Sin embargo, Saulongo no necesita vejigas para nadar. Como Ricardo, es bueno para la grilla. Y que no se olvide que tiene buenos cuates y aliados en MC, partido que presidió varios años en Zacatecas.
Pasa con afirmativa ficta, reforma de herramientas legislativas
Cualquier pretexto es bueno. Pero el que viene será mayúsculo. Y nuestros diputados se agarrarán del chongo ¡sabroooso! Quizá hasta suban el tono como sus pares del Edomex, Ariel Juárez y Francisco Santos. Aquel, desde tribuna, le gritó al otro: “chinga tu madre”. Y poco faltó para que se liaran a fregadazos. En estos días, la 64 Legislatura hará la declaratoria de aprobación de la reforma constitucional que resucita las herramientas legislativas. Y se armará la gorda. Más porque a muchas actas de cabildos les aplicarán la afirmativa ficta. Y es que tenían 30 días para responder y se les durmió el gallo. Todavía falta que Sepomex entregue las últimas cinco actas que están más caducas que las acusaciones que la nueva gobernanza le hace a Miguel Alonso.
Diputados, con herramientas pero sin dinero
Y para qué, cantaba el príncipe José José. La reforma constitucional, así Ernesto González y el Oso Luis Medina griten y pataleen, revivirá las herramientas legislativas, pero los 29 diputados que sí las quieren no tendrán cinco centavos para ejercerlas. El presupuesto 2022 de la 64 Legislatura contempla cero pesos y cero centavos para ayudas sociales. Y no hay forma de jalar la cobija de otra esquina, porque la nueva gobernanza de David Monreal le mochó 50 millones de pesos al capítulo 3 del Poder Legislativo. Así que el diputado o diputada que quiera jugar al filántropo tendrá que hacerlo con su dinero. Por lo menos este año, los y las diputadas sólo tienen tres abrevaderos: dieta regular, viáticos -que ya se los acabaron-y gastos de representación. Así que no nos extrañe que los pedigüeños decepcionados les griten como a los beisbolistas del México cuando pierden con Tigres: ¡pobres diablos, pobres diablos!
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