Anoche en un bar en la cabecera municipal de Jerez, hombres armados entraron y abrieron fuego contra los comensales. No se fijaron si eran hombres, mujeres, niños, trabajadores. Nada. Sin piedad asesinaron a 10.
Los hechos violentos que siguen azotando a la ciudad y la evidente incapacidad de las autoridades para lidiar con el problema están matando a una de las industrias pilares de la economía zacatecana, el turismo.
Esta semana, hoteles de la capital despidieron a más de 100 personas, los restaurantes están recortando personal para poder mantenerse en pie y algunos de ellos cerraron por miedo a ser víctimas de las extorsiones y ahora, miedo a que ejecuten a alguien mientras dan servicio.
Mientras las autoridades no aseguren la seguridad para habitantes y visitantes de la ciudad, el turismo seguirá cayendo.