Por: Arturo Nahle García
Estamos a muy poco tiempo de que los distintos partidos decidan quienes serán sus candidatos o candidatas a la Presidencia de la República, inmediatamente después iniciarán sus procesos internos para decidir quienes serán sus candidatos y candidatas a Senadores, Diputados Federales, Locales, Alcaldes y Gobernadores en nueve Estados (Ciudad de México, Guanajuato, Chiapas, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán).
Pues en las elecciones del 2024 yo creo que corremos los mismos peligros que hemos visto en estos días tanto en Ecuador como en Argentina. A que me refiero ?
En Ecuador la semana pasada un cártel mexicano asesinó a Fernando Villavicencio, candidato de “Movimiento Construye” a la presidencia de ese país. Villavicencio fue un periodista, sindicalista y asambleísta que durante su campaña se la pasó aludiendo a los narcotraficantes y prometiendo combatirlos: “vengan, aquí estoy, no tengo chaleco antibalas, el pueblo me cuida, podrán doblarme pero nunca van a quebrarme”… decía. Pues lo doblaron y lo quebraron.
Eso puede pasar en México en las próximas elecciones porque si algo deseamos los mexicanos es tener candidatos honestos y valientes que se comprometan a luchar contra los grupos delincuenciales que tienen al país sumido en la violencia y bañado en sangre. En Ecuador ya vimos que quien quiera colgarse de ese legítimo anhelo ciudadano, le puede costar la vida y colocar al país en una crisis política similar a la que ocurrió en 1994 con el magnicidio de Colosio.
Otra cosa que puede ocurrir el próximo año en México es que nos argentinisemos, o sea que con tal de que haya un cambio elijamos a una persona que parezca el remedio pero resulte peor que la enfermedad.
Y es que los argentinos la han pasado muy mal, la inflación está por las nubes, las devaluaciones imparables, la deuda galopante, no hay gasto en infraestructura ni en objetivos sociales, hay sequía, corrupción, en síntesis, viven la peor crisis de su historia.
Este desastre obviamente se le atribuye al actual gobierno, por eso difícilmente repetirá el peronismo, y menos con un candidato como Sergio Massa que viene de ser Secretario de Economía.
El problema es que por su justificado descontento, los argentinos están por elegir a Javier Milei, un demagogo de ultraderecha que está en contra del aborto y la educación sexual en las escuelas, propone dolarizar la economía, cerrar el banco central, privatizar empresas públicas, bajar impuestos y desregular la portación de armas.
Eso nos puede pasar en México, que por las fobias que genera la polarización elijamos a los peores candidatos. Dios nos libre !