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EL PARO LABORAL DE LA FISCALÍA

Por: Arturo Nahle García

Las funciones del Ministerio Público, o sea de la Fiscalía, son de la mayor importancia, sobre todo en estos tiempos de violencia desbordada. Tiene a su cargo, nada mas y nada menos, que la persecución de los delitos del fuero común ante los tribunales; solicitar órdenes de aprehensión contra los inculpados y las medidas cautelares contra los imputados; allegarse y presentar las pruebas que acrediten su participación en hechos delictivos; procurar que los procesos se sigan con toda regularidad para que la justicia sea eficaz, imparcial, pronta y expedita; pedir la aplicación de las penas y la reparación de los daños a las víctimas, así como intervenir en muchos otros asuntos que las leyes establecen.

Pues la Fiscalía de Zacatecas tiene un mes sin realizar al cien por ciento sus delicadas funciones porque los trabajadores la tienen tomada demandando, entre otras cosas, que se les mejoren sus exiguos salarios.

El reclamo es legítimo, tanto los fiscales como los peritos, policías de investigación y administrativos tienen salarios insuficientes y enormes cargas de trabajo que se han incrementado en los últimos años. Yo fui titular de la entonces Procuraduría hasta principios del 2015 y ese año se recibieron 16,179 denuncias en todo el Estado. El año pasado el número se elevó a 25,548 denuncias, o sea que en tan solo siete años se incrementaron las cargas de trabajo en casi un 60 por ciento.

Además no debe soslayarse que las funciones que desempeñan son altamente complejas y sobre todo riesgosas, todo ello justifica el que se les pague decorosamente.

Sin embargo los trabajadores de la Fiscalía no son los únicos con altas cargas de trabajo y bajos sueldos, no, así estamos en todos lados y obviamente no hay dinero que alcance, el presupuesto es como una cobija que si se le estira para un lado se dejan descubiertas otras áreas.

El conflicto laboral no se va a resolver ni con plantones que afectan a terceros, ni con simples declaraciones, retenciones salariales, operativos policiacos o denuncias penales a los líderes, no, el conflicto se va a resolver con diálogo y voluntad política; los que piden mucho deben bajarle, y los que ofrecen poco deben subirle hasta llegar a un punto intermedio que deje medianamente satisfechos a todos, sin posiciones extremas ni radicalismos.

Si en este momento no es posible acceder a todas las demandas, pues tal vez comprometer algunas prestaciones para hoy y otras para enero; pero sin diálogo ni voluntad quien seguirá perdiendo es la sociedad zacatecana que desesperadamente clama seguridad y justicia.