Por: Arturo Nahle García
El New York Times es un periódico que se distribuye en Estados Unidos y muchos otros países. Desde su fundación en 1851, ha ganado 132 premios Pulitzer (más que ningún otro periódico) y está considerado como uno de los mejores diarios del mundo por encimadel Washington Post, del Wall Street Journal o del Ángeles Times.
El periódico cotiza en la bolsa, posee otras cuarenta publicaciones y tiene mas de diezmillones de suscriptores, sin embargo en las dos últimas décadas su credibilidad ha disminuido muchísimo por publicar noticias sin sustento.
Por ejemplo, el pasado 22 de febrero publicó un artículo de Alan Feuer y Natalie Kitroefftitulado “Estados Unidos indagó acusaciones de vínculos del narco con aliados del presidente de México”.
El artículo dice que funcionarios de la ley estadounidenses (no dice que funcionarios)durante años indagaron afirmaciones (no dice de quien son las afirmaciones) de que aliados del presidente de México (no dice que aliados), se habían reunido con cárteles del narcotráfico (no dice que cárteles) y recibido millones de dólares (no dice cuántos). Dice que eso consta en registros de EEUU (no dice en que registros) y de acuerdo con tres personas que conocen el tema (no dice quienes son esas tres personas).
Aseguran que se descubrió información que señalaba “posibles vínculos” entre operadores poderosos de los cárteles (no dice que operadores) y funcionarios y asesores cercanos a López Obrador (no dice que funcionarios y asesores). Pero aclara que Estados Unidos nunca abrió una investigación formal a López Obrador y que los funcionarios que estaban haciendo la indagatoria al final la archivaron porque las tres personas con conocimiento del caso no tenían autorización para ofrecer declaraciones públicas.
Los articulistas afirman que el Estado mexicano ha sido infiltrado por los cárteles de la droga desde hace mucho tiempo, desde los niveles más bajos hasta las altas esferas del gobierno, pero aclaran que no hallaron conexiones directas entre el presidente en sí y las organizaciones delictivas.
Dicen que hay registros de que “un informante”relató a los investigadores estadounidenses que uno de los confidentes más cercanos a López Obrador (no dice quien) se reunió con “El Mayo” Zambada, previo a su victoria en las elecciones de 2018.
Y que otra fuente les dijo que luego de que el presidente fue elegido, uno de los fundadores de los Zetas (no dice cual) pagó 4 millones de dólares a dos aliados de López Obrador a cambio de que lo liberaran de prisión (no da los nombres de los dos aliados que supuestamente recibieron el dinero).
Y que una tercera fuente “sugería” que los cárteles del narcotráfico tenían videos de los hijos del presidente recibiendo dinero del narco.
Ya encarrerados, aseguran que los agentes de la ley estadounidenses también lograron rastrear pagos de dinero de personas “que se creía” eran operadores del cártel a intermediarios de López Obrador (no dice quienes son los intermediarios). Y que al menos uno de esos pagos se efectuó casi al mismo tiempo que López Obrador se reunió en Sinaloa con la mamá del Chapo Guzmán.
Para rematar, afirman que la DEA descubrió “denuncias” de que el narco había donado millones de dólares a la primera campaña presidencial de López Obrador en 2006.
En el colmo de la falta de seriedad, los articulistas confiesan que buena parte de la información recolectada por los funcionarios estadounidenses provenía de informantes cuyos testimonios son difíciles de corroborar y en ocasiones resultan ser incorrectos.
Después de leer este artículo, entiendo el enojo del presidente López Obrador y también por qué el New York Times ha perdido credibilidad.