En México, la violencia contra la mujer es un problema que afecta a millones de mujeres en el país. El problema está enraizado en la historia y cultura mexicana.
Se define “violencia contra la mujer” como la acción u omisión, basada en su género y que resulte en daño psicológico, físico, sexual, patrimonial, económico o la muerte y para erradicarlo, es necesario mucho y arduo trabajo en conjunto. En la cámara de Diputados, el PRI anunció iniciativas enfocadas a proteger los derechos de las mujeres y combatir de lleno la violencia de género.
La zacatecana Fuensanta Guerrero puntualizó lo importante que es crear programas de prevención en comunidades rurales, donde los niveles de violencia de género son altos y están profundamente arraigados.
Las mujeres indígenas y afrodescendientes, que suelen habitar en zonas rurales, enfrentan una doble discriminación: por ser mujeres y por su origen étnico. El aislamiento de estas comunidades es otro factor que limita el acceso a información, salud y justicia, por lo cuál las denuncias son pocas o nulas. Las costumbres culturales también juegan un papel importante, pues en muchas comunidades los roles de género tradicionales son una imposición lo que deriva en violencia contra las mujeres. No olvidemos que México tiene una de las tasas más altas de feminicidios de América Latina y el Caribe.
Si bien los datos pueden variar de un año a otro, algunos estudios e informes han señalado que Zacatecas presenta índices de violencia de género por encima de la media nacional. Zacatecas ha registrado un número significativo de feminicidios en los últimos años, lo que coloca a la entidad entre las con mayor incidencia de este delito.