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EL AÑO DEL BIENESTAR

El inicio de 2025 marca un momento histórico para Zacatecas y México. Declarar este como el Año del Bienestar iniciativa del gobernador Lic. David Monreal Ávilano es solo un gesto simbólico, sino un recordatorio del rumbo que hemos tomado hacia una transformación profunda, donde los derechos sociales se traducen en realidades tangibles para millones de personas.

Desde la llegada de Morena al poder en 2018, bajo el liderazgo del expresidente Lic. Andrés Manuel López Obrador, la política social alcanzó dimensiones inéditas. Programas como la Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores, las Becas para el Bienestar Benito Juárez y Jóvenes Construyendo el Futuro han sido pilares de una estrategia que coloca al pueblo en el centro de las decisiones públicas. Este enfoque permitió que, según cifras recientes, más de cinco millones de mexicanos superaran la pobreza, confirmando que el bienestar puede ser más que una aspiración: es un logro palpable.

Hoy, bajo el liderazgo de la presidenta Claudia Sheinbaum, se amplía este horizonte con nuevas iniciativas como la Beca Universal Rita Cetina Gutiérrez, que busca garantizar el acceso a la educación básica, y la Pensión Mujeres Bienestar, destinada a mujeres de entre 60 y 64 años. Estas acciones reflejan un compromiso inequívoco con la igualdad sustantiva y la justicia social.

En Zacatecas, bajo la conducción del gobernador David Monreal Ávila, hemos visto resultados concretos de esta transformación. Nuestro estado, antes asolado por la violencia, ha logrado avances significativos en seguridad y desarrollo. La construcción de carreteras, los programas de útiles y uniformes escolares gratuitos, los apoyos alimentarios para las familias y las becas de autoempleo son ejemplos de cómo las políticas públicas pueden y deben mejorar la vida cotidiana.

Desde el Congreso local, hemos trabajado para consolidar estas transformaciones. Reformas como el aumento al salario mínimo, el reconocimiento de las pensiones y becas como derechos universales, la recuperación del transporte ferroviario de pasajeros, el bienestar animal, vivienda digna para trabajadores y la igualdad sustantiva son reflejo de nuestro compromiso con la justicia social y el bienestar colectivo.

El Año del Bienestar no es un destino, sino una ruta. Nos convoca a seguir construyendo un país más justo, donde el progreso no sea privilegio de unos cuantos, sino el derecho de todas y todos. En esta tarea, quienes ocupamos cargos públicos tenemos la obligación de trabajar incansablemente para que esta transformación se traduzca en beneficios tangibles para las familias mexicanas.

Sigamos avanzando, porque el bienestar no es solo una palabra: es el motor de nuestra lucha.