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UNA NUEVA ETAPA PARA LA JUSTICIA EN ZACATECAS

LA OPINIÓN DEL DIPUTADO SANTOS GONZÁLEZ. 

La justicia, entendida en su sentido más profundo, no se reduce a castigar. La verdadera justicia repara, reconstruye y acompaña. Esa es la visión que compartimos en la Cuarta Transformación: una justicia con rostro humano, que escucha a las víctimas, previene la violencia y pone en el centro a las personas.

Esta semana, la Fiscalía General del Estado presentó su Informe Anual 2024 ante el Congreso de Zacatecas. Como diputado de Morena, y en nombre del Grupo Parlamentario, expresé nuestro reconocimiento a una institución que ha dado pasos firmes hacia una nueva forma de procuración de justicia: más profesional, más moderna y más empática.

No se trata únicamente de cifras —aunque las hay, y son relevantes— sino de una transformación institucional en marcha. La reducción de homicidios dolosos, el incremento en judicializaciones por violencia de género, la creación de fiscalías especializadas y el combate a la corrupción reflejan una Fiscalía que se reorganiza, que se moderniza y que actúa con dirección.

Pero el cambio más importante está en el enfoque. Hoy vemos una Fiscalía que trabaja en el territorio, que prioriza la prevención, que se vincula con juventudes e infancias, que construye confianza con colectivos, con la comunidad migrante, con universidades y organismos internacionales. Esa nueva lógica institucional es señal de que se está construyendo una justicia con alma y con comunidad.

Dicho lo anterior, también es cierto que aún queda mucho por hacer. El reto de reducir la cifra negra —ese universo de delitos que no se denuncian por miedo, desconfianza o desinformación— debe ser abordado con decisión. Fomentar la cultura de la denuncia, garantizar la protección a las víctimas y asegurar que cada caso reciba atención, es tarea indispensable para avanzar hacia un sistema de justicia más accesible, más equitativo y más completo.

Reconocer lo que falta no debilita los avances; al contrario, los fortalece. Lo importante es que hoy tenemos un rumbo claro, que se refleja en una Fiscalía que se deja evaluar, que reconoce sus deudas y que actúa para resolverlas con estrategia, con voluntad institucional y con compromiso social.

Desde el Poder Legislativo, acompañamos esta transformación. Seguiremos legislando para fortalecer el acceso a la justicia, proteger a las víctimas y garantizar que los derechos no sean letra muerta, sino una realidad cotidiana. Porque cuando las instituciones actúan con conciencia social y cercanía al pueblo, el Estado de derecho deja de ser promesa y se convierte en esperanza.

Zacatecas ha iniciado una nueva etapa. Lo logrado debe ser el piso sobre el cual sigamos construyendo una justicia cercana, digna y profundamente humana.

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