Como dieron a conocer los medios, en la mañana del 12 de Julio pasado, el automóvil en el que viajaban padre e hijo, Juan Mena López y Juan Mena Romero, quienes se dirigían a su trabajo en la empresa casa del Pavo, en el municipio de Jiutepec, al caer en el socavón (hundimiento gigantesco), piedras y tierra cayeron sobre el vehículo, imposibilitando a los pasajeros salir. Dentro del vehículo se produjeron llamadas de teléfono pidiendo ayuda a sus familiares y sus compañeros de trabajo. Mientras el auto aún se encontraba dentro del hoyo, se registraron varios derrumbes. Las labores de rescate tardaron 10 horas en las que, conductor y copiloto, perdieron la vida, a 5 metros de profundidad y bajo un alud de piedras y tierra.
El Paso Exprés tuvo un costo de más de 2 mil millones de pesos, el doble de lo presupuestado y tenía sólo tres meses de haber sido inaugurado por el Presidente Peña Nieto, el Gobernador, Graco Ramírez y el Secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, quien dijo el día de la apertura que esa vialidad tendría una duración de 40 años, cuando menos.
El presidente Enrique Peña Nieto envió condolencias a los familiares de los fallecidos y dijo que giró instrucciones para que los funcionarios que intervinieron de manera directa en las obras de construcción, sean separados momentáneamente de sus cargos y pidió que se investigue el origen que ocasionó la tragedia. Sin embargo, Peña Nieto eludió responder sobre si Ruiz Esparza debe también ser separado del cargo.
Además, el Secretario de Estado recalcó que para la obra se hicieron 10 kilómetros de drenaje. “durante la obra, en los contactos con los vecinos de la autopista, nos dimos cuenta de que se necesitaba, urgentemente, instalar esto para que las casas, el agua misma de la lluvia pudiera tener un lugar, 10 kilómetros de drenaje y dos kilómetros de líneas hidráulicas”.
Justo al cumplirse dos meses del socavón en el Paso Exprés, la Secretaria de la Función Pública, Arely Gómez, dio a conocer los resultados de la auditorías a las dos empresas y a las tres áreas gubernamentales que participaron en esa obra, en las que se detectaron al menos 22 irregularidades lo que reanudará la exigencia ciudadana de que se ejerzan acciones contra quienes hayan sido responsables tanto de parte de las constructoras como de funcionarios de la SCT y del Centro de esa dependencia en Morelos. Yo me pregunto, y eso pensando positivamente, si vieron las fallas en la tubería del drenaje, debajo de la carretera, por qué no las reportaron o bien se las pagaron y no la ejecutaron, estos datos nos los puede dar las estimaciones que cobraron las constructoras y que fueron aprobadas por los supervisores.
Cuentan que la auditoria de la Función Pública a la SCT por el asunto del socavón en el paso Exprés, no se prestó a modo, por lo que la propia Arely Gómez tuvo que lidiar varias veces con Gerardo Ruiz Esparza para que sus subordinados entregaran documentos, es muy claro que cuando se niega información es porque se esconde algo, y en este caso no se ocultaba cualquier cosa, es de suma importancia contar con las pruebas del caso.
Las anomalías encontradas son cosa seria, son irregularidades, que lo más seguro es que sean un caso de corrupción, y lo que sigue, de plano estaría en los terrenos de la PGR, todo eso lo sabe el Secretario Ruiz Esparza, ya que tuvieron que informarle como se desarrollaba la investigación de la Secretaría de la Función Pública. Sabemos también por los medios que este funcionario, a pesar de sus muchos errores no ha querido renunciar, por faltarle poco al sexenio y no era “conveniente abandonar el barco”, eso dijo.
No es necesario ser un experto en la materia para saber que la supervisión falló, también las constructoras y la propia SCT, tuvo que pasar este lamentable accidente para que las autoridades tomaran cartas en el asunto, de otra manera las irregularidades quedarían enterradas y aún con eso, es una justicia lenta, muy lenta, dos meses para investigar lo que se puede hacer en una semana ¿se aplicará la Ley? Es pregunta.