En el ámbito del entretenimiento, la televisión sigue siendo uno de los medios de comunicación favoritos de México. El medio por el cual asimilamos más fácilmente la información por su característica de facilidad de acceso y contenido.
En la Encuesta Nacional de Consumo de Contenidos Audiovisuales de 2017 realizada por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), refleja que en promedio las personas tienen 1.9 televisores, de los cuales 1.2 son digitales. Y cerca de la mitad de la población (48%) sólo cuenta con señal de televisión abierta.
Dicho estudio expone también que, tres de cada diez entrevistados consume contenidos audiovisuales en plataformas de internet, principalmente utilizando su teléfono celular; y que siete de cada diez consumen contenidos de televisión abierta, especialmente noticiarios, y telenovelas.
A un año de distancia Ruy Alonso Rebolledo, en su artículo “9 datos sobre el consumo de tv en México”, y publicado por “El Economista” en 2016, detallaba que los programas predilectos de entretenimiento eran: los noticiaros con un 56%; telenovelas con 47%; películas con 42%; series con 29%; y deportes con 28%.
Las cifras actualmente permanecen prácticamente en porcentuales similares, y es precisamente este último dato, el que nos permite interpretar que la televisión sigue siendo la reina del hogar y el medio más influyente del país.
Empero, si partimos de un análisis profundo de la cultura mexicana, nos proporciona también datos de interés que pudieran construir una idea del porqué los escenarios políticos en las diferentes contiendas electorales son tan variantes.
Por un lado, nos dicen que, al mexicano le gusta estar enterado de lo que acontece, pero como te lo cuentan, definitivamente influye, por eso elegimos a nuestro presentador de noticias favorito. Por otra parte, el porcentaje descifra que el mexicano busca historias como método de entretenimiento.
Ahora bien, ambos datos, aunque parecen contraponerse, si tomamos en cuenta que los noticiarios describen acontecimientos reales, mientras que las telenovelas relatan historias fantásticas, las dos plataformas buscan un mismo objetivo, edificar una idea en tu mente.
Te has preguntado porque el candidato de MORENA, Andrés Manuel López Obrador en el reciente proceso electoral, luego de haber sido expuesto como el candidato más débil, más golpeado y con mayor rechazo en la sociedad durante 12 años, ¿es el candidato puntero de la contienda actual?
Aunque la lógica dicta que, con más de doce años haciendo campaña, el posicionamiento es natural, y que la sociedad decidió darle una oportunidad porque el tipo jamás quitó el dedo del renglón para ver por las causas justas, la verdad es otra, aunque parezca “burdo”, la cultura mexicana teje su ideal de la realidad en la trama, y que mejor título para una novela que, “La Esperanza de México”.
En una relación de pareja, por ejemplo, durante la estadía del cortejo, los detalles son fundamentales para ir construyendo esa historia que comenzará su segundo capítulo luego de haberse entregado el tan anhelado anillo de compromiso. De ninguna manera debe ser a la inversa.
Cuando hay una noticia desagradable, el mexicano prefiere que se lo digan paso a paso, pues un acontecimiento gravoso dicho de manera directa sería fulminante.
¿Te das cuenta que en ambos casos se construye una historia? Analicemos pues los elementos de la novela y trasládemelos al contexto actual.
¿Qué elementos componen una novela?
Los cuatro elementos principales que componen una novela son:
1. Trama (Historia)
2. Marco escénico (Tiempo en el que se desarrolla la trama)
3. Narrador (Quien cuenta la historia)
4. Personajes (Quienes intervienen en el relato)
En el escenario actual esto funcionaría así.
¿Cuál sería la trama? “el rescate de una nación en llamas”
¿Cuál es el marco escénico? Las elecciones presidenciales 2018
¿Quién es el narrador? Los medios de comunicación
¿Cuáles son los personajes?
PROTAGONISTA: La sociedad ANTAGONISTA: El Gobierno
VILLANO: Enrique Peña Nieto HÉROE: Andrés Manuel López Obrador
Luego de haberlo analizado desde esta óptica, pocas personas querrán perderse el desenlace de esta historia que nos han contado durante un par de meses con mayor énfasis, y aunque parece que ya conocemos el final, puede virar si la estrategia se focaliza de manera inteligente.
Las aportaciones del “rey midas de las campañas”, Aleix San Martín al respecto de lo abordado en esta columna, aún resultan más profundas y exactas, quien afirma que las contiendas se construyen con narrativas. Coincidirás conmigo que el contexto actual, es clara muestra de ello.
En fin, como protagonistas de esta historia, estará en nuestras manos decidir qué desenlace merece y requiere el país.
Nos leemos la próxima semana.