Arturo Ríos Ruiz
*Es el mejor, pero no para AMLO
*Al Canciller lo presiona el tiempo
Marcelo Ebrard, sabe de política, es la Corcholata más idónea para ocupar el cargo, Claudia Sheinbam, Adán Augusto López y Monreal, no tienen con qué competir con él. En su contra, es él mismo, su pasado, plagado de manchas que brotarán como hongos si fuera candidato a la silla presidencial.
Buen político se maneja como si estuviera cubierto de pureza, pero la memoria colectiva tiene bien presente el manto lodoso que lo envuelve en sus 40 años de vida pública en el país.
Por lo pronto ha dado otro paso adelante, publicó su libro con éxito el lunes pasado, lo presentó en la Feria del Libro del Palacio de Minería, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, “El camino de México”. Me comentaron que se escucharon gritos ¡Marcelo Presidente!
El tinte político; así quedó establecido: dos escritores Elena Poniatowska y el sobrino de Miguel de la Madrid, Ricardo Raphael; decenas de seguidores se reunieron en una de las salas del lugar, con loas de apoyo, como “¡Presidente, presidente!”, “¡Con Marcelo sí!” y “¡Marcelo, amigo, el pueblo está contigo!”.
Juega bien sus cartas, la experiencia es su mejor aliado, borra con facilidad a los dos consentidos de AMLO, Claudia y Adán, los más vulnerables por sus incapacidades políticas mantenidas en la oscuridad por el presidente que los cobija. Monreal, es su aliado.
El contenido de su trabajo literario de propaganda, hace énfasis en su papel de canciller, gestiones durante la pandemia, Secretario General de Gobierno Manuel Camacho Solís, diputaciones, en Seguridad Pública con AMLO y como Jefe de Gobierno de la Ciudad de México. Inserción pagada en la revista Quien. Muy fifí.
Siempre hemos sostenido en el amasiato político entre Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal, que se inició la llegada al gabinete, él a la Cancillería y el zacatecano en el Senado y como su segundo Alejandro Rojas Díaz Durán, que se inició en la política en el equipo de Camacho Solís, que, a su deceso, lo ocupó el hoy escritor. Marcelo a la Presidencia y Ricardo al gobierno de la CDMX.
Aquí viene la duda: al contrario de Claudia y Adán, Marcelo es más inteligente y experimentado político que AMLO; he ahí su problema, aquel desea mansitos y dependientes. El hoy canciller podría dar un “Cardenazo” al estilo de Lázaro que expulsó del país a Plutarco Elías Calles. Persiste la posibilidad.
Tiene carácter, sabe que México está hecho bolas y muy buena parte de la población muy inconforme con la situación actual y lo sensato para quien ocupe el gobierno, la urgencia será la reconciliación nacional. Recuerden, será slogan de campaña para el 2024.
El enigma es desde hoy: si Marcelo no es designado el candidato ¿Se cruzará de brazos? Para 2030, tendrá 70 años y el tren ya iría muy lejano y la única posibilidad que le quedaría sería e MC de Dante Delgado, que sospechosamente camina sólo hasta ahora. Dante es mercenario y espera una gran tajada.
Podría ser en MC, Marcelo Presidencia y Colosio a la CDMX y Ricardo bien el gabinete.
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