Ruben Ibarra seguro está pariendo chayotes. La elección de la nueva secretaria en el SPAUAZ lo trae con rabia, tanta, que está buscando cómo manchar la votación que, todo el cuerpo académico votante y sociedad zacatecana vimos por redes sociales.
¿Por qué tanto interés en mantener el control del sindicato y colocar a una persona claramente de su contentillo?, ¿Habrá algo que el rector quiera mantener archivado?.
Ayer encontraron sesionando en lo oscurito al secretario José Juan Martínez Pardo. Cuando le abrieron la puerta, y le prendieron la luz, el saliente secretario comentó que “algunas planillas presentaron impugnaciones”, alegando que la elección no había sido legal. Dichas impugnaciones, no han sido presentadas. Recordemos que el secretario tiene bastantes denuncias por hacer acuerdos “en lo oscurito” y sin avisar con el rector. Acuerdos que perjudicaban al personal de la universidad. Algo le conocen los profesores, pues ya no confían en él y en sus extraños y repentinos encerrones en el salón sindical.
Corre en los pasillos de la universidad que las cuentas no están del todo claras con los pagos a prestaciones como ISSSTE e IMSS.
La nueva secretaria, Jenny González se mantiene tranquila, tiene el respaldo y el voto de confianza de la comunidad universitaria. Aquí aplica el refriteado dicho político “hay que esperar los tiempos”. La actual secretaría del SPAUAZ tiene hasta el 26 de este mes para la “toma de nota”, donde se acuerdan los procesos, fechas y lugares para la entrega formal del mando.
Las reacciones de Ibarra y su gente solo hacen que más personas sospechen y más ojos de testigo tenga este cambio de rienda en el SPAUAZ.
