Por: Arturo Nahle García
Concluyó el 2023 y en un país tan dividido como el nuestro algunos
celebrarán que se fortaleció nuestra moneda, que creció la población
económicamente activa y el número de afiliados al IMSS, el salario
mínimo, el producto interno bruto, la inversión extranjera directa, la
actividad económica regional, las reservas del Banco de México, la
recaudación fiscal, el índice de la Bolsa de Valores y el presupuesto
para los programas sociales.
Celebrarán también que se redujo la inflación, la tasa de
desocupación, la pobreza, los homicidios dolosos y hasta las
movilizaciones sociales.
Pero la otra mitad de los mexicanos dirá que fue un año en el que se
redujo la productividad y competitividad, el producto per cápita, la
inversión pública, los ingresos petroleros, la movilidad social, el acceso
a la seguridad social, a la vivienda y la alimentación nutritiva; que se
redujeron las habilidades de nuestros estudiantes en matemáticas y
ciencias y la calidad de nuestra democracia.
Esos mismos señalarán que se incrementó la deuda pública, la
pobreza extrema, la población con carencia de servicios de salud, la
migración, la corrupción, las extorsiones, el narcomenudeo y las
desapariciones.
Unos y otros tienen razón, todos los años dejan cosas buenas y
malas.
Pero ahora veamos hacia adelante, que viene en este 2024, creo que
deberemos estar atentos a la guerra entre Israel y Palestina, a la
población civil que ha sido desplazada en la Franja de Gaza en una
crisis humanitaria sin precedentes. Ojalá que Estados Unidos y Europa
presionen a Israel para que detenga su ofensiva que ha dejado miles
de muertos en ambos bandos.
Las elecciones de noviembre en Estados Unidos también son de la
mayor importancia, habrá que ver si la Corte Suprema de EU le da
inmunidad a Donald Trump para que no sea procesado por intentar
revertir los resultados electorales del 2020 y lo declara elegible.
Colorado y Maine ya lo declararon inelegible, pero Michigan si le dio el
aval.
También en México toda la atención se centrará en las elecciones
presidenciales, en la guerra sucia, la utilización ilegal de programas y
recursos públicos, el bombardeo publicitario y el mundo de promesas
que nunca se cumplen. Pero el resultado será maravilloso, tendremos
la primera mujer presidenta de la historia.
Concluyo con lo que más me entusiasma de este 2024, después de
cien años París volverá a ser sede de las Olimpiadas. Las de Tokio
fueron sin público por la pandemia. Ya los veo en los Campos Elíseos
y en el Palacio de Versalles.
Feliz año nuevo !