Terminaron las precampañas electorales, una buena noticia y bocanada de oxígeno para la sociedad que, durante 60 días se le bombardeó con cerca de 18 millones de spots en las emisoras de radio y televisión, sin sumar la estrategia digital que inundó las redes sociales, con: videos, memes, gifs, entre otros. Jesús Gil Olmos en su reciente artículo publicado en PROCESO, afirma que, “tan solo del 28 de enero al 4 de febrero la empresa de marketing digital PrixAd, contabilizó que los tres precandidatos presidenciales acumularon 2 millones 743 mil 676 menciones en Twitter, siendo Meade el primero, seguido por López Obrador y Anaya”.
Durante esta estadía de reingeniería de aspirantes y propuestas, parecía ver más un “trastorno histriónico electoral” por parte de algunos actores políticos, que un verdadero ciclo para convencer a militantes y simpatizantes de sus respectivos Institutos. Y es que, durante esta etapa, no solo estaba en juego el convencimiento interno, sino la definición de los mecanismos de selección, y con ello la elección de la estrategia más adecuada para sumar los adeptos necesarios para el proyecto.
Ahora bien, con método de definición de candidato en mano: PAN, elección interna; PRI convención de delegados; y MORENA asamblea nacional; una vez formalizada la candidatura, es el mejor momento para evaluar la penetración e impacto que se tuvo en la campaña piloto de precandidaturas y arrancar verdaderamente con la promoción electoral.
Pero antes de pensar en el tedio del tejido social provocado por un país repleto de propaganda, es importante hacer un alto para reflexionar esta primera etapa previa al arranque de campaña a celebrarse el 1 de abril, por la seriedad e importancia que el contexto amerita.
Sin excluir a los independientes y a su enorme esfuerzo por recabar los requisitos que el INE, ha dictaminado para este proceso, esta justa electoral parece cerrarse a tres pistas de competición, José Antonio Meade, Ricardo Anaya y Andrés Manuel, con 48, 38 y 64 años de edad respectivamente.
Las diversas encuestas favorecen al señor López, quien ha mostrado ser en esta precampaña el aspirante de la controversia y la intolerancia.
Por su parte, Anaya, se ha preocupado por acertar en la colgada que le permite cualquier campaña viral y así mantenerse en una zona de confort y sitio digno en la justa, empero, su falta de transparencia y opacidad en su patrimonio lo ha herido considerablemente.
Mientras que José Antonio Meade, quien parece tener una propuesta seria y de alcance, ha intentado quitarse ante el circulo verde, la enorme piedra sobre la espalda que su Institución representa, aunque la identidad con la militancia ha sido otra piedra en el zapato.
En un par de meses se disputará más que la elección de ideologías conformadas por los Organismos Políticos de México; MORENA, PT y PES, con “Juntos Haremos Historia”; “Por México al Frente” con PAN, PRD y MC; y finalmente PRI, PVEM y PANAL con “Todos por México”.
40 días, que es el periodo que dura la intercampaña, tendrán para reestructurar la estrategia y buscar la simpatía y convencimiento del electorado, en una justa hasta el momento álgida, el mismo tiempo que la sociedad tendrá para analizar que busca para los próximos seis años.
Nos leemos la próxima semana.