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De las Mafias

              De las Mafias

De acuerdo a Wikipedia, “Mafia es un término a nivel mundial que se refiere a una clase especial de crimen organizado, extendido desde su origen en el “Mezzogiorno”italiano a cualquier grupo de crimen organizado, con similares características, independientemente de su origen o lugar de acción”

Sin ser aplicada en forma estricta esta definición en México (podría ser que en otros países también), encontramos estas mafias en muchas de las actividades cotidianas de la población. Veamos:

¿Han escuchado hablar de las mafias de los taxistas? Pululan en todo nuestro territorio y hacen lo que les viene en gana; son un grupo electoral muy fuerte. ¿Acaso han padecido las mafias de los transportistas? Combis, taxi-vanes, autobuses, que siguen siendo un peligro para los pasajeros y para todos aquellos conductores que se cruzan en su camino. Seguramente conocen a las mafias de los “franeleros” o “viene, viene”. Se apoderan de la vía pública y la alquilan con la complacencia de las “autoridades”.

¿Qué decir de las mafias de los vendedores ambulantes, o de los pepenadores; entre los primeros, se encuentran  los que venden artículos “pirata”? No les compren ya que se apoya al crimen organizado. ¿Y la mafia de los revendedores? No les compren, aunque tengan que sacrificar su espectáculo predilecto; nos esquilman y no hacemos nada.

Pero hay otros, iguales o peor de dañinos a nuestra sociedad: las mafias de los líderes sindicales, la de gobernadores ladrones de nuestros impuestos; las mafias de los corruptos (aquí caben todos los demás, conocidos o por conocer). Y para terminar, la mafia del poder (¿a quién he escuchado decir esto?), y la campeona, la mafia de  la mentira: “lo que dije no fue lo que dije”; “nunca dije que sacaría al ejército de las calles” ¡Qué poca!. “Primero se hará una consulta”. Y el pueblo sabio, o menso, se cree conocedor de todos los temas, hasta de los científicos y tecnológicos; ferrocarriles, refinerías, aeropuertos, seguridad, educación, etc. ¿Pues no éramos un pueblo sin preparación y educación? Como dicen los “milenials”: ¡Ay guey!

¿Qué será de nosotros? ¿Cambios a la Constitución? Los hacemos, por algo somos mayoría con nuestros partiduchos satélites. ¡Que las consultas no se contemplan en la Carta Magna? ¡Pues la cambiamos! ¿Que la reelección presidencial tampoco está contemplada? No importa, hacemos una consulta popular y la cambiamos. ¡Aguas! Juan Pueblo está dormido, por favor, no lo vayan a despertar.

¿Quién será el que le ponga el cascabel al gato?