Por: Arturo Nahle García
La madrugada del 17 de septiembre de 1988Monterrey sufrió la peor catástrofe de su historia a consecuencia del huracán Gilbertoque embistió con furia la región y provocó al menos 318 muertes, así como inundaciones, derrumbes y daños incuantificables.
El 8 de octubre de 1997 el huracán Paulina causó la muerte de 207 personas, 200 desaparecieron y 52 mil perdieron su viviendaen Puerto Escondido Oaxaca y Acapulco Guerrero.
En septiembre del 2002 el huracán Isidorocausó importantes pérdidas en el hato ganadero y producción agrícola, interrumpió el suministro de energía eléctrica y telefónica y destruyó viviendas en Yucatán.
En octubre del 2005 el Huracán Wilma causó en Cancún 87 muertes, daños significativos enviviendas e infraestructura.
En agosto del 2007 el huracán Dean provocó45 muertes, la evacuación de miles de personas y la destrucción de cultivos; los estados más afectados fueron Campeche, Yucatán, Tabasco, Veracruz, Puebla e Hidalgo.
En septiembre del 2014 el huracán Odileimpactó en Los Cabos, Baja California Sur,con un saldo de 18 muertos y millones de dólares en pérdidas materiales.
Pero el huracán Patricia es el ciclón tropical más peligroso jamás registrado en la historia y en todo el mundo; tocó las costas de Jalisco el 20 de octubre del 2015.
Pues el pasado miércoles 25 de octubre el huracán Otis arrasó con Acapulco causando la muerte de 46 personas y 58 desaparecidos.
En todos los casos, sin excepción, se dijo que la reacción de las autoridades federales y locales fue tardía e insuficiente, pero jamás se criticó con tanta saña como ahora al presidente en turno y su gabinete. Si acaso pudiera compararse con la rechifla monumental que los mexicanos le propinaron al presidente de la Madrid en la inauguración del mundial de futbol México 86 por su tibiodesempeño durante los sismos de 1985.
¿Por qué la rudeza y el encono en contra del gobierno ante un desastre que no es responsabilidad mas que de la naturaleza?
La explicación es muy simple: por la división, la polarización y crispación que el propio presidente ha generado todos, absolutamente todos los días desde que tomó posesión.
Dicen que “quien siembra tormentas cosecha tempestades”, pues eso es lo que le está pasando al presidente, las fake news y toda la infodemia desatada en su contra en medios yrede sociales por el huracán Otis, es solo el inicio de la tempestad categoría 5 que tarde o temprano iba a azotar a la 4T.