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EL NEGOCIO DE LOS PARTIDOS CHICOS

Por: Arturo Nahle García

En México cualquier organización de ciudadanos puede convertirse en partido político si presenta su declaración de principios, su programa de acción y sus estatutos. Deberá contar además con tres mil militantes en por lo menos veinte Estados, o trescientos militantes en por lo menos doscientos distritos, pero el número total de sus militantes no podrá ser inferior al 0.26 por ciento del padrón nacional.
Tratándose de partidos locales, deberán contar con militantes en cuando menos dos terceras partes de los municipios del Estado, pero el número total de sus militantes tampoco podrá ser inferior al 0.26 por
ciento del padrón local. Con el registro los partidos tienen derecho a diversas prerrogativas y a recibir financiamiento público. Pero el registro se pierde si no participan en un proceso electoral o si no obtienen por lo menos el tres por ciento de la votación.

Con esa facilidad Eric Flores Cervantes creó el PES, Pedro Haces Fuerza por México, Elba Esther Gordillo el PANAL, Alberto Anaya el Partido del Trabajo, Jorge Emilio González el Partido Verde y Dante Delgado Movimiento Ciudadano. Y aquí el Cepillo Figueroa y Arturo Ortíz Méndez también ya tienen su propio partido. Este año el INE le entregó a Beto Anaya casi 450 millones de pesos, al Niño Verde 555 millones, y a Dante Delgado más de 630 millones; y en cada Estado les dieron otro tanto. Por si fuera poco, en año electoral se les incrementa un cincuenta por ciento y también cuando aumentan los salarios mínimos.
A eso juegan los dueños de los partidos chicos, a obtener por lo menos el tres por ciento de los votos para seguir recibiendo este jugoso financiamiento público y de paso colocar a sus incondicionales
y parientes como dirigentes, obviamente con sueldo, o en puestos de elección popular, obviamente plurinominales.

Pero en el caso de Movimiento Ciudadano y la fallida candidatura de Samuel García había algo más en juego: dividir el voto opositor, evitar que este se concentrara en Xóchitl Gálvez y le pudiera ganar a
Claudia Sheinbaum. Por eso no postularon a Marcelo Ebrard, porque este no le quitaba votos a la oposición sino a Morena. Pues ahora se dice que nuestro paisano Jorge Álvarez Máynez entrará al relevo; lo conozco, lo aprecio, le reconozco talento y capacidad, creo que él o cualquier otro con el apoyo de los gobernadores de Nuevo León y Jalisco le quitará votos a Xóchitl y de paso logrará conservar el registro de la franquicia de Dante Delgado para que siga recibiendo la millonada que año con año le regalamos. Triste papel !