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Las encuestas cuchareadas, patito

 

 

Importantes encuestadores, expertos universitarios en esta área, analistas y reconocidos operadores políticos concluyen -luego de ver el sondeo dado a conocer por el diario Reforma la semana anterior con resultados que beneficiaban ampliamente a Claudia Sheinbaum por sobre Xóchitl Gálvez, pero con un rechazo a responder de casi la mitad de los interrogados- que esa encuesta no debió publicarse.

No tenía ni el rigor científico ni ético, y mucho menos periodístico, para ser publicado, indican.

Al decidir darla a conocer en su espacio más importante del diario, sus directivos hicieron el juego a la manipulación y formación de percepción bajo engaño que realiza con una importante derrama de dinero el oficialismo, es decir: el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador y Morena.

Esta encuesta destapó esa cloaca.

Si Reforma ha vendido su credibilidad ya no se puede confiar en ningún otra encuestadora.

En un amplio reportaje de periodistas se confirma que hoy existe un mercado abierto de encuestas adecuadas a los requerimientos del mejor postor. Esto lo confirman desde dentro de las grandes encuestadoras.

Se encontró que durante el mismo mes Facto Métrica daba a Claudia Sheinbaum 32 puntos de ventaja sobre Xóchitl Gálvez mientras que para Rubrum la diferencia era sólo de 12 puntos.

Emas Focus entrevistó a 2 consultores políticos que durante más de 10 años han usado estos medios de desinformación y propaganda ilegal para posicionar a sus clientes.

Ellos confirman: hay encuestadoras que ofrecen resultados que te sirvan para tu estrategia de campaña. El medio de más difusión de las encuestas patito son las redes sociales, indican.

Hoy se da ya el caso de que hay encuestadores que extorsionan a los candidatos y sus operadores al sugerir que si no les compran sus “trabajos” entonces producirán y difundirán resultados supuestos de sondeos que colocarán a sus candidatos por debajo de sus contendientes.

La verdad es que en la mayoría de los casos ni siquiera se requiere de ese argumento, todos lo entran a las “encuestas patito” que son abiertos instrumentos de propaganda y de formación de percepciones.

Como lo de Reforma, pues.

Cada encuesta cuchareada cuesta entre 100 mil a muchos cientos de miles de pesos más. Y las encuestadoras surgen como hongos.

Es ya “un suculento negocio que se ve en la multiplicación de empresas encuestadoras que hay en cada nueva elección”.

Y todo se realiza sin control ni sanción de nadie.

Los periodistas del reportaje encontraron que, aunque se realizan cientos de encuestas durante los últimos 10 años, el INE solo dio trámite a 25 procesos de sanción vs encuestadoras con multas de entre 5 a 50 mil.

De ahí surgió el concepto de “encuestas de la desinformación”.

“… este tipo de encuestas se han convertido en un virus…

Massive Caller tiene su metodología dada de alta ante el INE. Pero hay expertos en la UNAM en otras universidades de prestigio que han analizado esas metodologías y las han destruido por completo. Si el temas de las encuestas sigue así, la gente va a llegar un momento en que va a dejar de creer en ellas”.

Jorge Buendía, de Buendía y Márquez y otros como Heidi Osuna advierten de no fiarse de encuestadoras sin metodología científica. Cuando no hay un método científico detrás, pues evidentemente que estamos hablando ya de un intento de manipular al electorado.

“Son encuestas que no deberían de ser publicadas, o sea, no se les debería de llamar encuestas”.

Son hechas con el evidente y único fin de engañar. Desinformar. Manipular la percepción y las decisiones de los mexicanos.

Mientras el INE evade todo esto que representa uno de los embates más directos y destructivos contra la democracia mexicana.

 

REIVINDICAR DERECHOS DE TRABAJADORES, EL RETO

Para la senadora tlaxcalteca Ana Lilia Rivera, presidenta del Senado mexicano, la saliente legislatura intentó reivindicar los derechos de la clase trabajadora y profundizar la democracia sindical participativa, así como garantizar el bienestar social y económico de las y los mexicanos.

Ello se puede constatar en el impulso y aprobación de reformas que buscan restituir en la Constitución el profundo sentido de justicia social y soberanía nacional, con que fue lanzada en Querétaro en 1917.

En este sexenio, dijo, el Congreso aprobó 23 reformas a 62 artículos de la Constitución motivadas en el humanismo mexicano y en la nueva rectoría política de austeridad republicana.

En estos más de cinco años los legisladores federales, agregó, “aprobamos nuevos derechos sociales, y reconocimos a la corrupción como un delito grave, igual prohibimos la condonación de impuestos, la eliminación de la llamada partida secreta, y se retiró el fuero al Presidente y se fortalecieron las reglas para garantizar la democracia sindical.

“Anulamos la mal llamada reforma educativa, legislamos la paridad total y profundizamos el reconocimiento de todos los derechos de mujeres, niñas y adolescentes como nunca en la historia de México”, subrayó.

Comentó que el conjunto de reformas dirigidas a garantizar el bienestar social y económico de los trabajadores y sus familias en materias de salud, vivienda, salarios, pensiones, precios de garantía y jornales justos para campesinos, apoyos económicos para personas con discapacidad, adultos mayores, jóvenes que inician su vida laboral y estudiantes de todos los niveles, sintetizan las aspiraciones y exigencias por las que han luchado históricamente millones de trabajadores.

Y que reformas como la prohibición del fentanilo, cuidado animal, prohibición del maíz transgénico y del fracking, así como el derecho al agua, “son una respuesta necesaria y urgente para revertir los desastres sociales y naturales que dejaron las políticas económicas del pasado, las cuales ponían las ganancias rápidas y extraordinarias de unos cuantos por encima de la vida y el bienestar colectivo”.