CULTURA
Michael de Alba
Marlén Salas y Lorenzo Mendoza son dos artistas independientes que, sin apoyo económico ni remuneración alguna, pusieron en marcha este colorido proyecto que nació por mero amor al arte y a su bello municipio. Bastó el amor por la pintura y el gran talento de ambos artistas para que esta iniciativa se llevara a cabo, además que de manera indirecta pretenden revelar el poco interés que las autoridades demuestran ante la imagen de su localidad.
La intención de estos creadores es darles vida a inmuebles deteriorados con murales coloridos y representativos, para así, darle un giro a la imagen que reflejan. Gestionan el permiso con los propietarios de cada finca, costean los insumos de su bolsa y comienzan a hacer magia en las fachadas antiguas.
“Pintamos ahí precisamente, porque el proyecto que traemos ahorita es evidenciar el cómo abandonamos aspectos de nuestra vida cotidiana. Entonces, buscamos espacios que hablen por sí solos y complementen el concepto.
La intención es llenar de murales a Río Grande. Gestinamos el espacio con el propietario del inmueble, sin embargo, nosotros estamos financiando el material con nuestros propios recursos”.
Este sin duda es un gran gesto reflejado de su amor por su tierra y la pintura, al reavivar estos espacios. Respeto y admiración para ambos jóvenes
